Por Darío Gannio
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Las llamadas de los empresarios a los gerentes que dirigen sus compañías mientras ellos están de vacaciones tienen un solo propósito por estos días: conocer todas las novedades posibles sobre las negociaciones en Nueva York entre los representantes de Argentina y los fondos buitre.
Los CEOs y dueños de las empresas siguen bien de cerca toda la actividad de sus firmas cuando salen al exterior, aunque en las escapadas de fin de año suelen estar más liberados. Pero este diciembre de 2014 los ejecutivos estuvieron más conectados y hasta muchos cambiaron destinos más remotos por otros más cercanos, para estar cerca de Buenos Aires si la situación ameritaba un retorno inmediato.
Lo que tantean los empresarios es el humor del Gobierno, principalmente del Ministerio de Economía, que por estos días debería dar las primeras señales de lo que podría pasar en la mesa del Special Master, Daniel Pollack, el mediador que eligió el juez federal Thomas Griesa.
En Nueva York, Pollack ya recibió llamados de nuevos holdouts para sumarse a la demanda de los buitres, que pretenden cobrar el 100% por los bonos defaulteados en 2001. Pero en los canjes de 2005 y 2010 se incluyó la ya famosa cláusula Right Upon Future Offers (RUFO), que impedía pagar más a quienes no aceptaban reestructurar su deuda. Pero ese artículo dejó de regir ayer, por lo que el se abrieron nuevos escenarios que ahroa dependerán de las tratativas que logren los abogados de Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (que defienden a Argentina) y los representantes de los holdouts.
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