Frente a estos movimientos de las monedas de los países emergentes, como el caso del yuan y el real, varios países latinoamericanos reaccionaron para no perder competitividad en relación a su vecino más poderoso y/o uno de sus principales socios comerciales. Uno de estos casos es el de Uruguay, que depreció su peso 3% en el último mes, debido principalmente a la depreciación del real y luego a la ralentización del crecimiento de China. "Consideramos que el ritmo de depreciación se desaceleraría debido a que el gobierno podría continuar interviniendo en el mercado de divisas para contener una depreciación excesiva del peso en un contexto de negociación salarial", señalan desde Puente.
También el guaraní se depreció 2% en el último mes en un contexto de depreciación de las monedas de la región debido a la incertidumbre en torno a la economía china y a la depreciación del real, principales socios comerciales de Paraguay. "En la última reunión de política monetaria del Banco Central de Paraguay (BCP), la entidad recortó -25pb la tasa de interés de referencia hasta 5,75% anual, la cuarta reducción en lo que va del año", se estimó.
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En Perú, el sol se depreció 2% en el último mes en sintonía con las monedas de la región. La semana pasada, el Banco Central de Reserva de Perú (BCRP) decidió mantener sin cambios la tasa de interés de referencia en 3,25% anual en línea con las expectativas del consenso de analistas. Si bien el BCRP intervino en el mercado cambiario para contener las presiones depreciatorias, el escenario externo continuaría presionando a la baja a la divisa. "En este escenario, estimamos que la economía crecerá +2,7% este año y que el sol se depreciará al menos 11% en 2015, una aceleración de 4,5pp respecto a 2014", se dijo.
Por estos lares, el Gobierno se mantiene firme es su postura de no devaluar, pese al contexto regional, que inevitablemente encarece a los productos de exportación locales. "Hay que ser prudentes y no tener sobrerreacciones que generen más problemas en plena época electoral. Queremos transmitirles tranquilidad a los argentinos. No pasa nada en Argentina que requiera un cambio drástico", había apuntado el ministro de Economía, Axel Kicillof a principios de mes durante una entrevista en el canal América.
Es que el escenario de elecciones presidenciales es lo que marca la diferencia en el comportamiento de la dirigencia argentina frente a la de sus vecinos.