La gestión que asuma el próximo 10 de diciembre en la ciudad de Buenos Aires recibirá una pesada herencia en el área de salud: nueve de los principales hospitales porteños presentan 28 problemas que no tienen respuesta.
Las fallas van desde los problemas en infraestructura a la falta de profesionales, especialmente anestesistas y enfermeras, que demoran tratamientos y obligan a reprogramar intervenciones quirúrgicas.
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Según un relevamiento de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, sólo en el Hospital de Niños Pedro Elizalde hay demoras en la entrega de turnos, instrumental antiguo para operaciones y falta de médicos y enfermeros.
En los hospitales Piñero, Santojanni y Rivadavia hay problemas en la infraestructura, que se evidencian en la presencia de humedad que deteriora espacios comunes, y escasean las salidas de emergencias para casos de evacuación.
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