Del último informe brindado por el INDEC se desprende un dato realmente impactante, además del nivel de pobreza e indigencia general de la población. Más del 50% de los menores de 15 años permanecen por debajo de la línea de pobreza y más del 13% son indigentes.
Según el documento oficial, del grupo etario que va desde 0 a 14 años, un 52,6% es pobre, y dentro de ese espectro, un 13,1% es indigente. En términos interanuales, la pobreza para este segmento aumentó 11,2 puntos porcentuales, y la indigencia 5,1 puntos.
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En números concretos, hay 3.214.842 de niños y niñas pobres en Argentina, de los cuales 800.654 son indigentes. Para el primer semestre semestre de 2018, los números ascendían a 2.526.011 y 202.080, respectivamente. Proyectados a la población urbana nacional, la proporción es peor: se tratan de unos 3,8 millones (59,3%), 1,3 millones más que al cierre de la primera mitad de 2018.
El informe señaló que en los últimos 12 meses se amplió la brecha entre el ingreso promedio de los hogares pobres y el parámetro para superarlo pasó de 36,2% a 39,3%. En junio de 2019, el valor de la canasta básica total era de $ 30.379 para el grupo familiar promedio. A su vez, para delimitar en nivel de la indigencia la cifra fue de $ 18.437 por todo concepto recibido.
En junio de 2019, el valor de la canasta básica total era de $ 30.379 para un grupo familiar integrado por 3,34 miembros, y 4,22 en el segmento pobre indigente, mientras que apenas percibía por todo concepto $ 18.437.
En todas las edades se profundizó el problema: de 15 a 29 años, la pobreza saltó de 32,9% a 42,3%; 7,2 puntos porcentuales entre la de 30 a 64 años, a 30,4% de la población de esa franja; y en menor medida en el tramo más longevo, de 65 años y más, 3,5 puntos porcentuales, a 10,4% del total.
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