Por Héctor Pedro Recalde*
El primer semestre parlamentario es un reflejo de lo que ha sido el gobierno de Cambiemos: medidas que favorecen a los ricos y a los amigos, republicanismo y democracia en el discurso pero no en los hechos.
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Las principales leyes que ha impulsado el gobierno -y logrado sancionar con el apoyo de aliados "circunstanciales", que de circunstanciales cada vez tienen menos- lejos están de las necesidades del pueblo argentino.
La ley de pago a los buitres -de pago al contado, sin negociación digna y con rendición incondicional de los intereses de la patria- no redituó en la lluvia de inversiones que auguraba el gobierno. Las inversiones que han venido al país en estos meses no alcanzan ni para calificarlas de chubasco.
Y qué decir del blanqueo, que no excluye a los contratistas de obra pública. Con las últimas declaraciones de funcionarios, incluido el propio Presidente, queda claro que lo que dijimos desde el primer momento era cierto: que era una ley hecha para los amigos. "Ya no será necesario que nos escondamos", dijo Macri la semana pasada en la Bolsa de Comercio. "No investigaremos al que sea sólo evasor", redondeó el titular de la UIF. Asombra la falta de pruritos, la impunidad con la que se expresan algunos miembros de Cambiemos.
La ley de Emergencia Ocupacional, que había sido requerida por todos los sectores del movimiento obrero, fue vetada por Macri. Resulta paradójico que el Presidente dijera que "para resolver el problema del empleo no hay que apelar a la arbitrariedad", y simultáneamente vetara la ley que prohibía los despidos arbitrarios y que fue sancionada por una abrumadora mayoría en ambas cámaras del Congreso. Las consecuencias están a la vista: todos los días nos enteramos de cientos de suspensiones y cesantías, amparadas por un gobierno decidido a gobernar de espaldas a los trabajadores.
No hubo en este semestre ni una sola iniciativa del bloque que responde al gobierno que busque mejorar la situación de los trabajadores. El proyecto de ley que eufemísticamente denominan de "Primer Empleo" es solo una fachada para encubrir su real contenido: rebajar las contribuciones patronales a las grandes empresas, en perjuicio de las micro y pequeñas empresas que pagarán contribuciones más altas que las que pagan en la actualidad. Una nueva vuelta de tuerca en la distribución regresiva del ingreso.
Y cuando se trató la ley de fomento a las pymes, Cambiemos volvió a votar en contra de los trabajadores al no permitir que los empleados de las pymes tengan el mismo régimen de preaviso que el resto de los trabajadores. Esa votación la perdimos por 8 votos.
Además, como en tantas otras áreas del gobierno, el discurso de respeto por la democracia y las instituciones con que llegó al poder la alianza Cambiemos no ha tenido su correlato en los hechos.
Son incontables los atropellos al Reglamento de la Cámara, a la legislación vigente y a la Constitución Nacional que cometieron en estos meses. Desde que en diciembre quisieron imponer dos jueces de la Corte por decreto hasta la insólita decisión de que los proyectos contra el tarifazo no sean girados a la comisión de Energía (presidida por un diputado de nuestro bloque), pasando por las sesiones especiales (que tanto nos criticaban) donde no se respeta el tiempo reglamentario para conseguir el quórum, el robo de un consejero de la Magistratura a través de un supuesto "acuerdo parlamentario", la supresión de la ley de Medios en una votación a mano alzada y sin contar con los dos tercios necesarios, la inclusión capciosa a las 4 de la mañana de una ley dentro del articulado del blanqueo para trasladar competencias de la UIF al Ministerio de Hacienda.
Además, seguimos esperando que constituyan la Comisión bicameral para investigar las complicidades económicas con la última dictadura, creada por ley promulgada el 3 de diciembrepasado por Cristina Fernández de Kirchner.
No somos opositores al gobierno por una cuestión ideológica. Somos opositores al gobierno porque todas las medidas que toma son en favor de los ricos, y en contra de los trabajadores y los sectores medios y bajos.
Esperamos que en el segundo semestre podamos construir una agenda legislativa que atienda las necesidades de quienes están al borde de la desesperación por las medidas de este gobierno. Lo primero, lo más urgente, es ponerle un freno al brutal aumento de las tarifas de gas, luz y agua potable. Por ello estamos construyendo consensos con los otros bloques parlamentarios de la oposición con el fin de convocar a una sesión especial. Contamos con que los aliados circunstanciales lo sean esta vez del pueblo que ya empieza a hacer sentir su descontento en las calles.
*Presidente del bloque de diputados nacionales FPV-PJ