Lazaro Báez denunció un apriete del gobierno de Mauricio Macri y la AFI para declarar contra Cristina Kirchner

El empresario dio los nombres de quienes lo extorsionaron. Se refirió al rol de los medios, la UIF, la OA y la AFIP. Apuntó contra Garavano, Majdalani y Carrió

20 de noviembre, 2019 | 20.50

El empresario Lázaro Báez aseguró que fue amenazado por el Gobierno y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para declarar en contra de la expresidenta Cristina Kirchner. Relató que lo extorsionaron para que se arrepintiese y dijera que era testaferro de la familia Kirchner. Mencionó al presidente Mauricio Macri, al ministro de Justicia, Germán Garavano, a la vicedirectora de la AFI, Silvia Majdalani, a la diptuada Elisa Carrió y a distintos periodistas

Este miércoles en el juicio oral por lavado de dinero, conocido como ruta del dinero K, Báez pidió ampliar su indagatoria y decidió apuntar contra el oficialismo saliente. Se refirió a la “actuación, involucramiento y utilización de la AFI en la causa (en su contra). El Estado, a través de los organismos de control como la UIF, AFIP, OA e IGJ comenzó a articular vía la AFI, blancos de inteligencia para derribar la imagen del peronismo y la doctora Cristina Fernández. Estas prácticas tuvieron recepción en una parte de la justicia federal, apoyados por el Consejo de la Magistratura”. afirmó.

El empresario se presentó como una “víctima de una campaña atroz de los distintos poderes reales de nuestro país. Esta campaña incluyó el encarcelamiento de políticos y empresarios demonizados por los medios para quedarse con todo sin pruebas, sin motivos serios. Como necesitaban más y más inventaron causas sobre causas. Todos los días una nueva”. Y apuntó contra el rol de algunos diarios y “programas de televisión adictos”.

Entre las declaraciones más fuertes que dio ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°4 (TOF 4), se destacan:

  •  “Me vinieron a ver y me ofrecieron convertirme en arrepentido en esta causa con la única finalidad de perjudicar e incriminar a la expresidenta”

 

  • “La frustrada operación para arrepentirme comienza a los pocos días de mi detención, en abril de 2016 cuando me llevaron a un supuesto control oftalmológico que no tenía previsto en el Hospital Penitenciario Central. Cuando estaba esperando al médico se me acercó una mujer muy bien vestida de cabellos castaños, de unos 60 años de edad aproximadamente, acompañada por otras dos personas de traje. Ella se identificó como la doctora (Claudia) Balbín. Esta abogada se presenta como una enviada del presidente de la Nación, Marucio Macri, y dice trabajar para la Agencia Federal de Inteligencia junto a la señora Silvia Majadalani (N°2 de la exSIDE). Me dijo que estaba allí para resolver mi problema y el de mi familia. Me dijo que si yo colaboraba mis hijos no tendrían problema y que se me devolvería gran parte de mis empresas y bienes. Que además recobraría de forma inmediata mi libertad. Yo solamente tenía que convertirme en un arrepentido y decir que yo era el testaferro de la familia Kirchner, que todo le pertenecía a la expresidenta y que con ello me excarcelarían rápidamente. También me advirtió que de negarme a colaborar, el tema no sería solo contra mi sino que mi familia sería la que sufriría las consecuencias. Terminaron todos presos.

 

  • “El método era claro: a través de los organismos de control y la AFI armaron declaraciones para que los imputados nos convirtiéramos en arrepentidos para que digamos lo que ellos querían para las causas donde existían intereses políticos. Buscaban con estos testimonios suplir la prueba de la que carecían. Una vez logrado el quiebre, a través de los medios de comunicación, la trasformaban en una verdad revelada. De esta manera la AFI manipuló a todo el sistema. Se buscó disciplinar a jueces”.

 

  • “(El fiscal, José María) Campagnoli fue parte de una confabulación en la que, entre otros, participaron su hermana Marcela Campagnoli y la diputada Elisa Carrió, quienes eran socias. Su hermana tenía interés en beneficiar al partido que pertenecía (la CC)”. Camgpagnoli promovió una denuncia de oficio en base al programa PPT, de Jorge Lanata, donde se apuntó contra Báez.

 

  • También dijo que un periodista que lo visitó en la cárcel le ofreció reunirse con el actual ministro de Justicia, Germán Garavano. Según el relato de Báez, se trata de Luis Gasulla.

 

  • En otro pasaje se refirió a los audios del fiscal Guillermo Marijuan, en los que habló sobre los procedimientos en sus estancias y de que se reunió con sus hijos, donde quedo explicitado que buscaba su arrepentimiento. Habló de “un gol histórico”.

En otro pasaje de su extensa declaración dijo que fue “detenido injustamente hace ya casi 4 años” y que fue “amedrentado casi a diario”. Aseguró que toda su familia “fue objeto de una persecución”. También repitió que él era muy amigo de Néstor Kirchner, incluso antes  de que se convirtiera en una figura política de peso a nivel nacional.

“Destruyeron a mi familia, encarcelaron a unos de mis hijos, Me inmovilizaron mis activos, persiguieron a mis socios y familiares y fui acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual gobierno, quienes hicieron múltiples amenazas y todo tipo de aprietes para que involucre al peronismo y a la expresidenta”, agregó.

Su narración tuvo puntos en común con la que hizo tiempo atrás, en sede judicial, como testigo, el empresario Cristóbal López, quien relató cómo lo intimidaron para que denunciase a la expresidenta para evitar ir preso.

“Esta fue una parte de su declaración. La idea es ampliar un poco más”, explicó a El Destape la abogada defensora de Báez, Elizabeth Gasaro.

La representante legal también relató un episodio extorsivo: “A mi me citaron en el estudio de la doctora Balbín. Estaban Viola (hijo de Balbín), Sidrás y Eduardo Miragaya”, explicó a este medio. Los dos últimos revistaron en la AFI durante el macrismo. “Nos dijeron que si Báez deseaba arrepentirse le iban a poner a un abogado que les respondía. Era Rodrigo González, el mismo que defendió de Leonardo Fariña, el mismo que aparece mencionado en la causa de Dolores”, añadió.

Miragaya, Sidrás y Viola son nombres que se repiten en distintas operaciones. Una de ella es la que sufrió el juez federal Sebastián Casanello, de quien se dijo (y se publicó en distintos medios) que estuvo en la quinta de Olivos reunido junto a Cristina Fernández, algo que resultó falso. Por este hecho dos testigos que mintieron están procesados. 

Tras la explosiva declaración de Báez ante el TOF 4, los diputados Rodolfo Tailhade y Leopoldo Moreau, que integran, la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia, pidieron al presidente de ese órgano, Juan Carlos Marino, que se cite a Báez y se requiera copia de su declaración ante el tribunal.

Coincidencias

Curiosidades del Lawfare en la Argentina: como recordó la abogada Garciana Peñafort, “Claudia Balbin y su hijo Santiago Viola aparecen involucrados en la causa por falso testimonio de Cohen”. ¿Quien es Cohen? El perito que hizo un estudio trucho en la causa de Gas Natural Licuado (GNL), donde el juez Claudio Bonadio procesó a la expresidenta y actual vicepresidenta electa. Por ese trabajo Cohen terminó procesado. Pero antes permitió a Docto Glock pedir la detención de Roberto Baratta. 

De acuerdo al relato que Peñafort realizó vía Twitter, “se verificó que a Cohen lo habían llamado varias veces del estudio de Claudia Balbin y Santiago Viola”. Se trata de distintas piezas de un gran rompecabezas judicial: después de la pericia trucha de Cohen apareció en la causa de Gas Natural Licuado el espía ilegal Marelo D’Alessio, quien declaró como testigo frente a Stornelli. GNL es la causa por la que la dupla Bonadio y Stornelli pudieron quedarse con la causa de las fotocopias de los cuadernos, haciendo un escandaloso forum shopping.

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