Las "sumas adicionales", la herramienta de los gremios para superar el "techo" del 27% de aumento

09 de junio, 2015 | 07.00

Frente a la necesidad de concretar aumentos salariales satisfactorios para los trabajadores, además el año electoral resulta beneficioso a la hora de las negociaciones. Los sindicatos y las patronales saben muy bien que el impacto de una medida de fuerza puede tener efectos colaterales. Esta coyuntura también ayuda a que las partes logren un acuerdo. Los trabajadores del subte en la Ciudad de Buenos Aires, expresaron claramente esta ventaja al anunciar su acuerdo paritario del 32%.

Pero la otra alternativa para perforar el "techo" propuesto por el Gobierno tiene como ejemplo a los aceiteros y bancarios, que concretaron sus aumentos en los últimos días. En el primer caso, tras 25 días de huelga en el puerto de Rosario, los trabajadores del aceite lograron un incremento salarial de 36% para este año, pese a que el aumento "oficial" fue similar del 27%. Sucede que el adicional por "presentismo" permitió conformar a los sindicalistas.

Por su parte, los bancarios lograron (a fuerza de huelgas y tras varias semanas de negociación) un acuerdo del 33%, gracias a cláusulas especiales que posibilitó una participación en las utilidades de las empresas. "Una inédita compensación por participación en las ganancias globales del sistema financiero", tal como lo definió el viernes el Ministerio de Trabajo en un comunicado de prensa.

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El escenario marca un camino para las negociaciones pendientes: acuerdos "oficiales" en línea con las intenciones del Gobierno y la inflación estimada, con el complemento de "sumas adicionales" de cláusulas convencionales, que facilitan el acercamiento de las posiciones.

Según el Informe Económico Semanal de la consultora Management & Fit, "descartada cualquier otra vía expansiva en el corto plazo, lograr la reactivación económica, o al menos detener la recesión, significa estimular el consumo doméstico". No obstante, lograr una paritaria que empuje los salarios y el consumo en los próximos meses es el gran desafío a alcanzar.

Según el INDEC, la remuneración promedio registró un aumento mensual de 1,4% en abril, lo que implica un leve descenso real si se lo compara con la inflación observada para ese mes (2%). Así, en términos anuales, el primer cuatrimestre alternó subas y caídas, acumulando un leve ascenso de 0,3% respecto a igual período del año pasado.

El salario de los trabajadores registrados del sector privado aumentó en abril un 1,3% mensual (24% anual), "claramente por debajo de la evolución de los precios", indica la consultora en base a datos oficiales. "Para peor, la remuneración promedio de los empleados informales no creció respecto al mes anterior (31% anual)", destacó.

No obstante, fueron los empleados públicos quienes mantuvieron el dinamismo en sus salarios. Se incrementó un 2,6% en abril (35,3%), acumulando una suba real de 6,3% en lo que va del año y de 2,1% respecto a igual periodo de 2014. Para evitar pagar un costo político en el año electoral, "el cierre temprano de los acuerdos salariales (docentes, administración pública) talló con fuerza en este último grupo, a diferencia de los otros sectores", señala el informe.

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De todas maneras, los gremios más cercanos al Gobierno pudieron "domesticar" a sus bases y cerrar acuerdos que van en línea con la pauta oficial para este año. En efecto, UOM, UOCRA, UPCN, SUTERH y Comercio, firmaron incrementos que rondan el 27-28% (aunque la suba efectiva puede ser superior para las categorías de empleados más bajas). "Asumiendo una inflación en esos valores para 2015, el poder adquisitivo de sus afiliados no se recuperaría en términos reales este año, permaneciendo virtualmente estancado", estima M&F.

Más complejo es el caso de los gremios con salarios más abultados (camioneros, transporte, bancarios), ya que juega un rol importante el Impuesto a las Ganancias. "A pesar de la deducción anunciada por el Ministro de Economía, el deterioro del poder adquisitivo en estos sectores (bancarios retrocedió 8% en promedio los últimos dos años y se mantiene en niveles similares a 2008) producto de la inflación y del Impuesto a las Ganancias, fundamenta aspiraciones que superan el 30%", advierte la consultora.