Desde que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay consiguió un préstamo de U$S 5.000 millones a un año de bancos internacionales, las reservas caen en picada. En el mes que pasó se hundieron casi U$S 1.900 millones y la merma se acentuó en los últimos días.
Las reservas se nutrieron con la llegada de una fracción de las divisas que le habían prometido a Prat Gay y llegaron a los U$S 30.071 millones el viernes 29 de enero. Sin embargo, este consistió en un crédito a 12 meses, por lo que cumplen sólo el rol de sostener los activos del Banco Central hasta que ingresen divisas. De los otros U$S 20.000 millones que anunció el funcionario no se tuvieron noticias. En el Palacio de Hacienda especulan con que arriben luego de que se les pague a los fondos buitre, pero no de forma inmediata.
En los cinco días inmediatos a eso, los billetes en manos del BCRA bajaron U$S 399 millones. La siguiente semana contó con tres días hábiles por los feriados de carnaval, y allí por ingresos y egresos el saldo terminó con un leve rojo, de U$S 15 millones.
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Entre el 15 y el 19 de febrero, la autoridad monetaria volvió a sufrir una sangría, de U$S 481 millones. La más pesada ocurrió la semana pasada, cuando las reservas perforaron el piso de los U$S 29.000 millones hasta U$S 28.556 millones. En esos días cayeron U$S 620 millones.
Hasta el miércoles, el Central perdió U$S 433 millones y aún le quedan dos ruedas en las que la merma se puede profundizar o apaciguar.
Se acumuló en todas estas jornadas un descenso de U$S 1.877 millones netos del BCRA y sin apariencias de que la tendencia vaya a modificarse. Hoy los activos cerraron en U$S 28.123 millones.
Las cerealeras son el actor clave para la baja de reservas, y alza del tipo de cambio. La oferta de divisas no alcanza para saciar a la demanda en el mercado mayorista debido a la ausencia de las compañías sojeras, que mantienen granos acopiados a días de que comience la nueva cosecha.