La muerte de un fiscal siempre es traumática para una sociedad democrática. Más si ese funcionario judicial era el titular de la Unidad Fiscal para la Investigación de la causa AMIA (UFI-AMIA), había denunciado a la presidenta de entonces y debía presentarse a defender su acusación en el Congreso el día siguiente al que fue encontrado sin vida en el baño de su departamento con un tiro en la cabeza. Por estas razones es imprescindible que se deje en claro qué pasó el 18 de enero de 2015 en el piso 13 del edificio Le Parc, ubicado en Puerto Madero. Una serie de datos concretos arroja un poco de luz sobre lo que sucedió. No obstante, tanto se manipularon los hechos que difícilmente hoy se llegue a una verdad que sea aceptada por todos.
Las hipótesis en torno al caso Nisman son, centralmente, tres:
-Que lo asesinaron.
-Que se suicidó.
-Que lo indujeron al suicidio.
El dato central del caso surgió desde casi el inicio del expediente: se trata de la autopsia que realizó el Cuerpo Médico Forense (CPM), según la cual “no hay evidencia, desde el punto de vista médico-legal, de un accionar homicida". El CPM es el órgano especializado para realizar ese tipo de estudios, hace alrededor de tres mil por año. Y ubicó la data de muerte en la mañana del domingo 18 de enero, día en que se registraron visitas a distintos sitios web desde la computadora del fiscal. Los horarios de navegación y posterior muerte son compatibles.
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En el baño no hay huellas de pisadas de terceras personas. Y la puerta estaba trabada por el cuerpo del fiscal. Una serie de interrogantes elementales se hacen inevitables: ¿Cómo hizo el supuesto asesino para disparar en el baño y escabullirse sin dejar una huella? Más complejo aún: siguiendo el estudio de Gendarmería (fuerza para que la que hubo dos homicidas), ¿cómo hicieron dos personas para escaparse de la escena del crimen sin dejar ni una marca?
La tesis de que Nisman estaba solo en el baño se complementa con la dirección que tuvieron las manchas de sangre, que cayeron hacia diferentes lados sin que ningún cuerpo de otra persona se interpusiera.
A esto se suma que el departamento estaba cerrado por dentro. Si hubo un homicida: ¿por dónde ingresó a la vivienda del fiscal? ¿por dónde salió? Tampoco hay rastros de desorden ni de pelea.
Esta perfección que debieron tener los asesinos (a quienes se vincula con servicios de inteligencia) para escapar de la supuesta escena del crimen choca con la torpeza que se le quiere adjudicar a agentes jerárquicos de la exSIDE que se comunicaron el día de la muerte de Nisman desde teléfonos que le son adjudicables.
Para contradecir el trabajo del Cuerpo Médico Forense mediante un análisis similar tuvieron que pasar dos años. Lo hizo un “estudio interdisciplinario” de la Gendarmería, que no es una fuerza habituada a realizar este tipo de tareas.
De acuerdo al trabajo de los gendarmes, Nisman fue drogado con ketamina y asesinado por dos personas, que estuvieron con él en el baño. Ni la querella abona la hipótesis de que hubo dos personas. Afirma que hubo una sola. El trabajo de la fuerza, que data de 2017, cuando respondía a la entonces ministra Patricia Bullrich, consideró que al fiscal lo mataron a las 2.46 de la madrugada. Es un caso único: no existen antecedentes de una data de muerte fijada en un minuto puntual. Ese horario acerca a Diego Lagomarsino, el dueño del arma que mató a Nisman, al momento en que pasó por el departamento.
A la falta de experiencia de Gendarmería para realizar este tipo de trabajos (a diferencia de la frecuencia con que lo hace el CPM) no debe soslayarse que Bullrich fue una de las personas que intercambió mensajes con Nisman poco antes de su muerte. Era diputada y le insistía junto con Laura Alonso para que se presentase en el Parlamento a difundir su acusación contra Cristina Fernández de Kirchner. Fue una de las legisladoras que lo presionaba para que fuera al Congreso, algo que a Nisman no parecía terminar de convencerlo. Pedía condiciones para ir. Por ejemplo, no quería que hubiese prensa.
Hoy se espera que el análisis de Gendarmería sea revisado. No es para menos. Llegó a ser cuestionado hasta en un Congreso. Y fue adelantado por Clarín: “Nuevas pericias oficiales sostendrán que a Nisman lo asesinaron”, publicó el matutino el 28 de mayo de 2017. En esa misma nota se aseguraba que “harán una reconstrucción total de los hechos”. Es decir: no habían terminado el trabajo pero ya se conocía su resultado.
La pericia informática
Tal como publicó el periodista Raúl Kollmann en Página12, la pericia informática ratifica que la navegación en la computadora de Nisman fue local, es decir, que no fue remota y que todos los movimientos se hicieron en la dirección IP correspondiente al piso 13 del edificio Le Parc. Esto significa que se utilizó la computadora de Nisman a las 7 de la mañana del domingo de su muerte. La usó el fiscal o lo hizo su asesino.
La pericia informática arroja fuertes indicios de que quien navegó en la computadora fue Nisman. Es lo que surge de la "cadencia" de la navegación, es decir, la forma natural en la que se movió quien utilizó el aparato.
¿Cuál es el registro que quedó? Que se ingresó a la casilla de mails de Yahoo de Nisman, que se leyeron notas de Página12, Clarín, Nación, Infobae y Perfil. Y que quien la utilizó no fue un desconocido sino alguien que conocía los hábitos del dueño. También que se estuvieron observando fotos de una modelo que estuvo con Nisman.
En este marco, no pueden soslayarse los duros y lógicos mensajes que Nisman recibió de parte de Sandra Arroyo Salgado por haber dejado sin que ella se lo esperase a una de sus hijas en Europa. La jueza estaba con su otra hija en el Viejo Continente. “Estoy hecho mierda y vos encima seguís”, le respondió a su ex ante los reproches que le estaba haciendo. Son mensajes que intercambiaron en la víspera de la muerte.
Prueba espejo
Por otro lado, quienes defienden la hipótesis del suicidio parecieran poder responder algunas de las principales las dudas de la querella. A saber:
*El blanco en una parte de la mano del fiscal que apretó el gatillo de la pistola Bersa Thunder calibre 22 que le quitó la vida: se trata de una especie de V. Para la querella sería la muestra de la mano del homicida, que estaba sobre la del fiscal. Para el perito que trabaja en la defensa de Lagomarsino, el criminalista Luis Olavarría, es un movimiento natural: se trata del blanco (es decir que no hay rastros de sangre) que dejó la otra mano de Nisman, que le sirvió de apoyo para tener firme el arma y apretar el gatillo.
*La querella afirma que no hay restos de pólvora en la mano del fiscal, argumento importante para sostener la tesis del homicidio. Lo que se pesquisó fueron restos de fulminante. Y según el estudio, si bien no es concluyente, se determinó la existencia de más de 80 partículas compatibles con los compuestos químicos de la pólvora. Es decir, se hallaron más de 80 partículas consistentes con residuos de disparo.
*La mecánica del asesinato tampoco puede explicarse de forma sencilla. La querella habla de un asesino y la pericia de Gendarmería sostiene que hubo dos. Para Olavarría, perito de Lagomarsino, “es un caso que desde lo pericial tiene buenas respuestas, simples”. “¿Qué me dice la escena, que no fue modificada (fue grabada antes de ingresar)? El gesto de la escena es muy natural. Tac. No hay más movimiento”.
*Acaso el punto más débil de la defensa sea por qué Lagomarsino le llevó el arma a Nisman. Él dice que el fiscal se la pidió. No hay un intercambio concreto que refleje eso. Es solo su palabra. Pero sí se pudo constatar que Nisman, a pesar de tener un arma en la casa de su madre, le pidió una pistola a otras personas.
Otros puntos sin respuestas
A esta secuencia se suman una serie de interrogantes.
-¿Por qué tras anoticiarse de la muerte, la madre de Nisman, Sara Garfunkel, vació tres cajas de seguridad de su hijo y no le avisó ni a la fiscal Fein ni a la madre de las hijas del fiscal? ¿Qué había allí? Solo ella lo sabe.
-¿Por qué Nisman tenía un escrito guardado en la caja fuerte de su fiscalía en el que no cuestionaba al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por su política para con Irán sino todo lo contrario? Era el reverso a su denuncia contra el Memorándum. Recordemos: la denuncia que hizo contra la entonces presidenta, su canciller Héctor Timerman y otros dirigentes fue por querer encubrir, vía la firma del Memorándum de Entendimiento, a los iraníes acusados del atentado a la AMIA.
-El domingo 18 de enero de 2015 una de las noticias que se publicaron, y que Nisman habría leído, fue la declaración a Ronald Noble, ex secretario de Interpol, quien aseguró que no se caerían las alertas rojas por el Memorándum con Irán, algo que derribaba la acusación de Nisman. Fue una nota publicada en Página12, titulada: “Lo que dice Nisman es falso”. El funcionario norteamericano creía que la firma del memorándum era un intento para destrabar la causa. ¿Cómo impactó esta noticia en el fiscal?
-Si no hubo nadie en el departamento de Le Parc, ¿pudo Nisman haber sido inducido al suicidio? ¿Quién se benefició con su muerte? ¿Por qué Horacio Antonio Stiuso no atendió los insistentes llamados del fiscal? Se sabe que el entonces jefe de Contrainteligencia de la exSIDE trabajaba junto al titular de la UFI AMIA. ¿Qué buscaba hablar con él?
-En su denuncia contra Cristina Fernández de Kirchcner, Nisman habla de un espía de la SIDE, relacionado a La Cámpora. La Nación publicó en portada el tema ese domingo: “Un agente camporista de la ex SIDE hizo de enlace con Irán”. Esa nota, que no da el nombre del agente, se estima que pudo haber provocado los intercambios telefónicos entre varios espías. ¿Quién era el espía clave de la denuncia de Nisman? Allan Bogado, sobre quien había escuchas. ¿Quién le dijo a Nisman que Bogado era de la central de inteligencia y respondía al kirchnerismo? Ninguna de las dos cosas eran ciertas. Todo indica que esa información provino del servicio de inteligencia, concretamente, de Stiuso. El propio “Jaime” había denunciado en la Justicia con anterioridad que Bogado no integraba el organismo. Consultado por esto en la docuserie de Netflix sobre el caso Nisman, Stiuso no dio respuestas contundentes. Más bien todo lo contrario. Dijo que no atendió al fiscal porque tenía el teléfono en vibrador y que lo hubiera comprometido si le respondía porque todos los ubicaban como su sombra. También aseguró que Nisman sabía que Bogado no era de la SIDE, algo que no se desprende de la denuncia del fiscal. Y lo relacionó con un servicio de inteligencia paralelo, inorgánico. Bogado dice que trabajó para Stiuso.
-¿Por qué Nisman adelantó su regreso de Europa donde estaba de festejo por el cumpleaños de 15 de su hija? Porque con la partida de Stiuso de la agencia federal de inteligencia y la salida de Guillermo Marijuan de una fiscalía especial pensó, con cierta lógica, que ahora lo echarían a él de la UFI AMIA. Hizo coincidir su regreso con el de la Procuradora General de la Nación de aquel entonces, Alejandra Gils Carbó, quien era su superior.
-¿Por qué Nisman tenía una cuenta en EE.UU sin declarar que compartía con su madre, su hermana Sandra y Lagomarsino? Arroyo Salgado no sabía de su existencia. Desde EE.UU alertaron por Reportes de Operaciones Sospechosas en esa cuenta del Merrill Lynch Bank. Un reporte fue por un total de U$S 888.690, “que ocurrió entre el 13 de septiembre de 2012 y el 27 de agosto de 2014” .
-¿Por qué estaba Lagomarsino en esa cuenta? A eso se suma que allí había un depósito de U$S 150.000 que realizó el financista Damián Stefannini, quien hoy está desaparecido. Ese giro se recibió el 23 de octubre de 2012. El vehículo de Stefanini fue dejado en la jurisdicción de San Isidro por lo que el caso lo investiga la jueza federal Arroyo Salgado, la ex de Nisman.
-El caso de la cuenta en EE.UU lo investigó el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien pretendió citar a declarar a la madre y la hermana de Nisman por lavado. Fue recusado. La causa recayó en el juzgado de Claudio Bonadio, quien frenó lo actuado por su colega de Comodoro Py. La Cámara Federal porteña le llamó la atención a Bonadio para que avance con la causa. El magistrado se excusó en que partes del expediente están en la Corte Suprema de Justicia.
La investigación por la muerte de Nisman estuvo tanto en la justicia ordinaria como en la federal y tras 5 años aún quedan muchas preguntas sin responder.