09 de abril, 2020 | 17.55

Las propuestas de los gobernadores a Alberto Fernández por la cuarentena: quiénes quieren flexibilizar y quiénes piden más restricción

Los 24 mandatarios y el jefe de Gobierno porteño reportarán la situación en sus distritos al Presidente con una serie de pedidos para beneficiar las economías locales.

El respaldo a la estrategia es unánime. Los 24 gobernadores coinciden con el enfoque que le está dando el presidente Alberto Fernández a la gestión de la crisis por la pandemia. “Todos planteamos la necesidad de continuar con el aislamiento, de ser muy claros en esto, de no volver atrás en un camino que se ha iniciado y ha dado muy buenos resultados”, dijo el santafesino Omar Perotti después la videoconferencia de más de cuatro horas en la que se discutieron los próximos pasos a seguir.

La táctica, en cambio, es otra cosa. Algunos proponen extremar medidas más allá de lo que aconseja el Comité de Expertos que asesora al Gobierno; otros hacen fuerza para sumar excepciones a la cuarentena, de acuerdo a los intereses económicos de su territorio. El Presidente le encargó a cada gobernador un informe con las regiones y actividades clave que consideran que deberían reanudarse en cada provincia. Tomará esas sugerencias como base para redactar el decreto que prolongue la excepción. La última palabra es suya.

En la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense, epicentro del problema, habrá mayores restricciones, confirmó Fernández en una entrevista reciente. El gobierno nacional está trabajando en conjunto con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta para tener una estrategia unificada. El ministro de Transporte, Mario Meoni, ya trabaja para reforzar la red de transporte público con el fin de limitar aún más la cantidad de pasajeros por vehículo, por lo que difícilmente se tomen decisiones que saquen más gente a la calle.

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“La palabra flexibilizar no es adecuada”, dijo Kicillof ante una consulta por la continuidad del aislamiento social. “Se pueden tomar medidas focalizadas, para determinadas actividades, regiones y grupos etarios, pero esa decisión tiene que estar en manos de especialistas”, señaló. El gobernador bonaerense tenía reservas sobre la conveniencia de extender el parate. En su territorio vive la población más a la intemperie ante la crisis. Las dudas hace rato que quedaron atrás. La carencia se suple con un importante refuerzo a la ayuda social.

Esta mañana, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, reconoció que están trabajando en un escenario en el que el aislamiento dure alrededor de tres meses, de punta a punta. Eso pondría el horizonte en la segunda quincena de junio, para la zona más problemática del país. Otras provincias podrían transitar un atajo, permitiendo que se reanuden algunas actividades o incluso estableciendo cuarentenas comunitarias en pueblos donde no se hayan registrado casos y la gente pueda normalizar parcialmente su rutina.

En Chubut, una de las provincias donde aún no se registraron casos, el gobernador Mariano Arcioni ya habló de un “plan de flexibilización de la cuarentena”, que forma parte de la propuesta que elevó al Presidente. A partir del lunes, quiere recomenzar la obra pública y privada, si la empresa se hace cargo del traslado de los trabajadores. También propuso habilitar servicios de cobranza y ampliar los horarios del delivery de comida. Cuentapropistas como electricistas, plomeros y gasistas podrían retomar su trabajo.

Catamarca y Formosa, también con cero infectados, no bajan la guardia y planean nuevas restricciones. El gobernador catamarqueño, Raúl Jalil, evalúa restringir la venta de combustible a motos. Las compras solamente podrán hacerse ciertos días de la semana según termine el DNI. El ministro de Gobierno de Gildo Insfrán, Jorge González, encontró una explicación al fenómeno de que no haya habido casos allí: “Dios es formoseño”. Pero hay que ayudarlo: se estableció una cuarentena obligatoria para todo el que llega a Formosa.

En Cuyo, otra región poco afectada por el virus, los gobernadores también presionan para aligerar las medidas de aislamiento. El puntano Alberto Rodríguez Saá insistirá con la idea de que las regiones adonde no haya llegado la enfermedad puedan volver a normalizar su actividad. Rodolfo Suárez, de Mendoza, quiere proponer distintas zonas donde podrían reactivarse actividades como la construcción, el comercio e incluso, más adelante, la gastronomía y la hotelería. “La decisión está centralizada en Nación”, advierten.

El pampeano Sergio Ziliotto, por su parte, habló de “seguir siendo inflexibles con la cuarentena sanitaria", pero agregó que "en muchos lugares del interior liberar la actividad del trabajador informal, aquel que necesite trabajar diariamente para tener su ingreso diario, se podría hacer". En ese sentido, propondrá exceptuar del encierro a trabajadores como "plomeros, gasistas, electricistas, albañiles privados en el interior" que se movilizan "en bicicleta, moto, un autito" y necesitan volver a facturar para comer.

Los gobernadores de provincias más populosas, donde se corre el riesgo de que la pandemia se ensañe con más fuerza, coinciden en subordinar las consideraciones de tipo económico al consejo de los expertos médicos. En ese sentido se manifestaron dirigentes de todos los colores políticos, desde el cordobés Juan Schiaretti, hasta el jujeño Gerardo Morales, pasando por el tucumano Juan Manzur. El santafesino Perotti dijo que habrá “pequeños cambios” y el entrerriano Bordet que se van a “reforzar los controles, no flexibilizarlos”.

Jorge Capitanich, de Chaco, duramente afectada por un brote de coronavirus, también endurecerá la cuarentena aunque permitirá obra pública tomando medidas de seguridad y trabaja en un protocolo para comenzar a habilitar la actividad comercial. En Tierra del Fuego, otra provincia con muchos casos, Gustavo Melella ratificó que la cuarentena “está lejos de terminar” aunque trabaja para volver a poner en marcha el sector industrial del que depende gran parte de la economía de la isla. 

En Misiones, por donde ingresan muchos argentinos que intentan repatriarse vía Brasil, el gobernador Oscar Herrera Ahuad pedirá especialmente que no se abran las fronteras. No está en los planes del gobierno nacional hacerlo. Gustavo Valdés, de Corrientes, está entre los que proponen flexibilizar las restricciones a algunas actividades económicas. El sanjuanino Uñac propone “reactivar paulatinamente ciertas actividades” pero “bajo la estricta supervisión del Estado y cumpliendo todos los protocolos de sanidad”.

En Salta, Gustavo Sáenz pidió “extender la cuarentena lo que sea necesario”, algo en lo que coinciden también las patagónicas Alicia Kirchner, de Santa Cruz, Arabela Carreras, de Río Negro, y Oscar Gutiérrez, de Neuquén, que decidió aislar Loncopué, un pueblo de cinco mil habitantes, donde un solo caso importado de la capital, el de un joven que rompió la cuarentena para hacer un asado, terminó causando dos víctimas fatales, 19 personas infectadas y 45 cumpliendo una cuarentena forzosa.

Todas las propuestas serán evaluadas por Fernández a la luz de lo que le informen los infectólogos que lo asesoran y a los que le presta especial atención. También se tomará en cuenta lo que propongan la CGT, la UIA y la Cámara Argentina de Comercio. La decisión final sobre la letra chica de la nueva etapa de aislamiento se conocerá recién el fin de semana. Una sola cosa resulta segura, tal como manifestó Perotti luego de la videoconferencia del martes: “El lunes no vamos a volver a la vida normal”.