La transmisión televisiva que ofreció el debate fue limitada, prohibitiva y aburrida. Apenas 400 personas que entraron al Paraninfo de la Universidad del Litoral en Santa Fe pudieron ser testigos privilegiados de las perlas del debate presidencial que tuvo como protagonistas a los candidatos presidenciales Alberto Fernández, Mauricio Macri, José Luis Espert, Roberto Lavagna, Juan José Gómez Centurión y Nicolás del Caño. El Destape estuvo allí y cuenta lo que no se vio.
Los cabezazos de Michetti
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La vicepresidenta hizo un show aparte. Con gestos a favor y en contra, con cuchicheos con su compañero de al lado, Hernan Lombardi, y con comentarios al esposo de Patricia Bullrich (Guillermo Yanco) que estaba detrás, Michetti fue protagonista.
Cuando hablaba Macri, la vice hacía gestos aprobatorios. “Sí”, “sí”, “sí” con la cabeza asentía cada palabra del Presidente. Y la antítesis: cuando hablaba Alberto era “no”, “no, “no”. Se quejaba, le tocaba la pierna a Lombardi, le ponía cara enojo a Yanco. El debate estuvo ahí, en la cara de Michetti.
Scioli, protagonista por amplia diferencia
El candidato a Presidente en la elección pasada se mostró exultante en Santa Fe. Es que la idea de Alberto Fernández de llevarlo y ponerlo en primera fila fue un reconocimiento.
Luego él lo destacó al finalizar el debate y se lo agradeció. Hacía rato no se veía a un Scioli con ese semblante. Fue su propia victoria. En medio de cada bloque se acercaba a Agustín Rossi y conversaba sobre lo que para el Frente de Todos fue “una clara victoria” en el debate.
El gol de Alberto
“Fue nuestro ‘¿en que te convertiste?’”, dijo en off a El Destape un altísimo dirigente del Frente de Todos. Se refería a la jugada de Alberto de poner a Scioli en primera fila y arrancar con ese ejemplo sobre las mentiras de Macri en el debate de 2015.
Lo comparó así con la famosa frase de Macri en ese debate donde le dijo a Scioli: “¿En qué te convertiste, Daniel? Parecés un panelista de 678”. Esa fue una frase que quedó como la protagonista del debate de 2015. El arranque de Alberto fue ese gol que tardó 4 años en llegar.
Los guiños y abrazos a Lavagna
Alberto Fernández estuvo siempre en la búsqueda y la aprobación de Lavagna, a quien apoyó, destacó y parafraseó en todo el debate.
Ambos estaban en los camarines contiguos y fueron los que más juntos estuvieron detrás de bambalinas. Tal fue el cariño mutuo que cada vez que terminaba un bloque se iban hablando y a los abrazos.
Espert, el Joker
El único que despertó risas en todo el mundo político y empresario fue José Luis Espert. El Paraninfo estallaba de risa ante cada llamativa salida de sus frases en sus exposiciones. Empresarios, periodistas y políticos. Un stand up poco habitual en debates pero que se ve seguido en sus shows televisivos.
El sexto Stone
El equipo de Alberto visible fueron el grupo de los 5: Wado de Pedro, Santiago Cafiero, Matias Kulfas, Cecilia Todesca y Juan Courel.
Ellos cinco miraban atentamente juntos desde un palco, arriba de Juliana Awada y Marcos Peña. Al finalizar cada bloque iban al camarín en busca de Alberto. Pero hubo un sexto asesor clave que no se mostró. ¿Quién? Juan Manuel Olmos, hombre del riñón del candidato, ex consejero de la magistratura y referente del PJ de la Ciudad.
La Corte, en primera fila
Único integrante de la Corte Suprema. De los cinco magistrados sólo asistió Horacio Rosatti. El juez del órgano máximo del Poder Judicial y parte de la denominada “pata peronista” de la Corte que integra junto a Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, estuvo en primera fila. Serio y muy atento a todo.