"Dejamos menos deuda que la que recibimos", explicó a modo de balance la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en conferencia de prensa. Sin embargo, los números la desmienten y reflejan la crisis financiera que atraviesa el distrito más importante del país.
Entre diciembre de 2015 y agosto de 2019, el endeudamiento en pesos se multiplicó prácticamente por seis en términos nominales y aumentó casi un 60% en términos reales. A pesar de la elocuencia de los números, desde el Frente de Todos aseguraron que el gobernador electo, Axel Kicillof, responderá luego de su asunción, el 11 de diciembre.
Pero no sólo creció aceleradamente, sino que cambió su composición, generando consecuencias muy problemáticas para las arcas bonaerenses y un fuerte condicionamiento para quien encabece la próxima gestión: la deuda externa creció en mayor medida que la interna y se acortaron los plazos de vencimiento. Así, el peso de la deuda en dólares pasó del 57,9% desde el fin de la administración de Daniel Scioli a un 82,7% en este mes.
Concretamente, los compromisos pasaron de U$S 9.360 millones en diciembre de 2015 a U$S 11.959 millones en junio 2019, pero además se incrementó al 82,7% la participación de los compromisos en moneda extranjera. Durante el primer año de la próxima gestión se deberán pagar U$S 2.600 millones en intereses.
De este modo, el Estado provincial debe el equivalente a todo lo que recauda y todo lo que le coparticipa la Nación a lo largo de un año. Esto la convierte en una de las tres más vulnerables del país, junto a Chubut, Neuquén y Jujuy.
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La crisis del Banco Provincia
Tal es la debilidad financiera que a dos días de las elecciones, el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Damián Bonari, elevó una nota al directorio del Banco Provincia para que canjee un bono de $ 4.000 millones, con vencimiento al 6 de diciembre, por otros que vencen dentro de un año.
La confirmación vino de la mano del pedido de canje de un bono de $ 4.259 millones, que se emitió en diciembre de 2016 y que vencía a comienzos de diciembre por otro equivalente que le daría un año más de plazo.
En diálogo con El Destape, el director del Banco Provincia de Buenos Aires, Sebastián Galmarini, expresó: “La gestión de Vidal es pésima: dolarizó la deuda, elevó las tasas y acortó los plazos de pago”. Además, remarcó: “Dice que deja una provincia de $ 25.000 millones y viene al Bapro a pedir el reperfilamiento”.
“Todavía desconocemos la deuda escondida sobre deudas impagas en distintos organismos, proveedores”, subrayó.
Respecto al desesperado pedido de la provincia al banco, Galmarini explicó que “no va a salir” porque “se partió el frente interno, no lo van a votar ni los oficialistas al ser ilegal y no cumplir con los procedimientos que el banco necesita”. En ese sentido, agregó: “Nadie de finanzas o contaduría jurídica se acercó. Tampoco porque implica un perjuicio patrimonial de más de $ 1.000 millones”.
"Cuando llegamos en 2015 había 179 millones de pesos. El equivalente actualizado por la inflación es de $ 700 millones. Nosotros vamos a dejar $ 25.000 millones", precisó Vidal. Además, agregó: "Los U$S 11.000 millones de deuda se ven en las cloacas, en las rutas, en los hospitales y en las 2400 obras que empezamos y terminamos".
Sobre esta última afirmación, Galmarini sostuvo: “Es mentira, hay un propio informe de contaduría que muestra que la distribución fue inequitativa entre los distintos colores políticos a la hora de hacer obra pública. Es un relato que sufrimos los bonaerenses”.
Más déficit
Del mismo modo, el macrismo provincial dejará un un déficit financiero de alrededor de $ 50.000 millones en las cuentas públicas. Para llegar a ese resultado, la gobernadora debió recortar en un 30% nominal la Obra Pública, cifras que se convertirán en algo mayor al 50% real de ajuste.
Uno de los factores que más debilita las cuentas bonaerenses está relacionado con la caída de la recaudación fiscal. Un informe de la consultora Analogías señaló que ese concepto cayó en un 15% en términos reales. El faltante de caja pone a la provincia en una situación más que delicada hacia diciembre y la forma de llegar al fin del mandato sería con más ajuste.
Los problemas de financiamiento se reflejan en el programa de emisión de Letras del Tesoro bonaerense. Tras lograr colocar solo $ 120 millones a finales de agosto, en septiembre Vidal lanzó una serie de incentivos para captar inversores (seguro de tipo de cambio y rescates anticipados), pero de todas formas apenas logró adjudicar $ 1.619 millones, monto muy inferior al promedio de colocaciones que el Estado bonaerense registró a lo largo del año –no inferiores a los $ 3.000 millones.
El gobierno bonaerense dejó de publicar de forma actualizada su informe trimestral de deuda y lo único que dio a conocer al 30 de junio de este año fue un avance de informe, sin mayores precisiones.