Durante su bochornosa exposición en el Senado, el Secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, defendió a la empresa Transener en materia de inversiones realizadas entre 2016 y 2019, contrastándolas con años anteriores. Enseñó una imagen con las inversiones de Transener y Transba (transportista para Buenos Aires, controlada por la primera) entre 1999 y 2019, en pesos y ajustados por inflación.
Es decir, ignoró la mega-devaluación ocurrida desde diciembre de 2015 a la fecha y su crucial impacto en los estados financieros de todas las licenciatarias (la mayoría emitió en dólares obligaciones negociables o convertibles en acciones) y, por tanto, no solamente en sus planes de inversión, sino también en las modificaciones a los cuadros tarifarios que ellas mismas reclamaron frente a cada revisión. Parece mentira tener que recordarle a Lopetegui que, en la Argentina bajo régimen neoliberal, con tarifas dolarizadas, las empresas nominan su posición neta de préstamos y colocaciones financieras en la moneda estadounidense; igual para la distribución de dividendos y que, por cierto, ha sido abusiva. Medir y comparar inversiones en pesos ajustados por inflación es un vil engaño. A continuación, las inversiones de Transener pasadas a dólares, como pasado a dólar están las tarifas, la energía y el país.
En su alocución en la Cámara Alta, acompañándose de la imagen, el referido funcionario afirmó sobre las inversiones de Transener y Transba: "Está puesto en pesos de hoy. El promedio de inversión entre el año 1999 y el 2015 fue de 644 millones de pesos al año; y el promedio entre el 2016 y el 2019 fue de 1.921 millones. Notablemente, el año pasado se invirtieron 3.271 millones y este año se prevé invertir 2.350. O sea, el salto se empezó a producir en 2017 y se terminó de consolidar en 2018 y 2019. Esta es una de las cosas que controla el ente regulador: o sea, que los planes de inversión presentados por las empresas se tengan que cumplir".
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En primer lugar, y como reconoce el propio Lopetegui, las inversiones conjuntas de Transener y Transba se desplomaron en 2019 respecto del 2018 un 28% (medidas en pesos). Si hay algo "notable", es justamente que este dato haya sido confirmado oficialmente por el Ejecutivo.
En segundo lugar, y sorteando la trampa de la "pesificación" de las inversiones, vemos que al calcularlas en base a la cotización promedio del dólar para cada año, la situación es diametralmente diferente.
Del gráfico se observa que en 2019, las inversiones habrán caído 68% respecto de 2014 y 35% sobre 2015. Asimismo, y en relación al año anterior, la caída fue del 52%. Por otra parte, y con excepción de lo ocurrido en 2018, los restantes años de gestión macrista destacan por haber registrado inversiones por debajo de los valores de 2015. Esto, por supuesto, a pesar del tarifazo y las ganancias multimillonarias percibidas por Transener.
Ahora bien, al estudiar solamente a Transener (excluyendo Transba) se aprecia algo similar, aunque la diferencia entre 2019 y 2014 es aún mayor: -72% (-34% fue la diferencia sobre 2015). Igual para la caída interanual en relación a 2018: -48%.
En suma, en su desesperada defensa de Transener, el señor Lopetegui ignoró la mega-devaluación ocurrida desde diciembre de 2015 a la fecha y su crucial impacto en los estados financieros de todas las licenciatarias (la mayoría emitió en dólares obligaciones negociables o convertibles en acciones) y, por tanto, no solamente en sus planes de inversión, sino también en las modificaciones a los cuadros tarifarios que ellas mismas reclamaron frente a cada revisión.
Por último, y que hubiera sido lo correcto para un funcionario del Poder Ejecutivo Nacional, en lugar de defender las inversiones de una empresa licenciataria debería haber defendido las inversiones del Estado en materia de expansión de las líneas en 500 kV desde 2016 a la fecha. ¿Por qué no lo hizo? Porque no invirtieron un centavo. En un próximo informe, todas las inversiones juntas (Estado + Transener) y comparadas, como tanto gusta hacer a la actual administración.