Las fotocopias de los cuadernos: las irregularidades en el caso de Oscar Centeno

Estuvo reunido por horas en el juzgado de Bonadio y le quitaron a su defensor para ponerle uno oficial. La casa segura y los cuadernos.

31 de julio, 2019 | 21.31

Oscar Centeno fue el chofer de Roberto Baratta y, según denunció, documentó durante años cómo el kirchnerismo cobró coimas. Ésto lo registró en una serie de cuadernos que nunca existieron porque él mismo declaró que los quemó y sólo quedaron fotocopias publicadas por La Nación y replicada hasta el hartazgo por medios oficialistas.

Norberto Frontini fue abogado de Centeno durante la causa del Gas Natural Licuado (GNL) e incluso lo representó ante una situación de extorsión que denunció haber vivido por parte de su ex pareja. Según contó a El Destape, el 1º de agosto de 2017 recibió un llamado de quien se identificó como la mujer actual del chofer y le manifestó que Oscar había pedido que él lo defienda porque había quedado detenido.

El letrado recordó que ese día fue a Comodoro Py, se presentó en la Alcaldía y pidió hablar con quien hasta entonces era su defendido. "Se comunicaron con el juzgado de (Claudio) Bonadio y me dijeron que no podía".

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"Desde que yo llegué hasta que lo subieron al juzgado de Bonadio pasaron horas. Yo lo vi pasar escoltado, con casco y chaleco antibalas. Me quedé esperando para que me convocaran para que me entrevistara con él, suponiendo que lo iban a indagar y que tenía derecho a una entrevista previa", le dijo a El Destape.

Frontini relató que se quedó esperando y no lo dejaron ingresar al juzgado con él. Al respecto, recordó: "Habrá pasado media hora o cuarenta minutos y llegó (Carlos) Stornelli con dos colaboradores con los que ingresó al juzgado. Pasaron otros 40 minutos y salió el secretario para comunicarme que centeno iba a designar defensor oficial".

Por su importancia como testigo, Centeno entró al Programa y lo trasladaron, con custodia, a El Bolsón. Sin embargo, es tal el descontrol y poca seguridad de esta Dirección que comenzó a circular una foto del protegido, cuando debería ser completamente secreta.

Misteriosamente, en abril de este año – justo en el mismo mes que Linsalata abandona el Programa - Centeno recordó que tenía “nuevos cuadernos” con más anotaciones. El hombre fue escoltado por “Los lobos”, pertenecientes al Servicio Penitenciario y custodia del Programa de Protección de Testigos, al despacho de Bonadio donde presentó nueve carillas, en este caso originales, y de las cuales afirmó ser su autor. Allí, según dijo, había nuevos datos vinculados a la causa por presunto pago y cobro de coimas.