Las claves del viaje de Cristina a Italia

31 de mayo, 2015 | 17.08

La presidenta Cristina Kirchner terminará su mandato sin que el Mercosur y la Unión Europea firmen un Tratado de Libre Comercio, un acuerdo que se viene negociando a fuego lento desde hace 15 años. Había expectativa de que el TLC se pudiera anunciar en la cumbre que el próximo 10 de junio se celebrará en la propia sede de la Unión Europea, en Bruselas. Pero la Presidenta ni siquiera concurrirá al encuentro y será representada por el canciller Héctor Timerman, lo que da una idea de que la posibilidad de cerrar esa negociación todavía está verde. "Es un hecho que durante este gobierno no va a ocurrir", confirmaban en la Cancillería.

La Presidenta viajará el próximo fin de semana a Italia, donde tiene previstas tres actividades. La más importante, obviamente, el encuentro que mantendrá el domingo con el papa Francisco, la quinta reunión desde que Jorge Bergoglio resultó electo el conductor de la Iglesia católica. Originalmente, el viaje se prolongaría. Cristina Kirchner pasaría también por la Expo Milán, en la que Argentina tiene un importante pabellón. Luego viajaría a Bruselas, en donde el otro miércoles arrancará la cumbre de presidentes de la UE y la Celac. Pero estaba previsto que habrá un aparte durante la cumbre para que los representantes europeos y del Mercosur hagan un repaso de sus trabajosas negociaciones y, si todo marchaba bien, anunciar el acuerdo tantas veces prometido, con el que esperan integrar ambas economías.

Pero ocurre que justo el 10 de junio es la inscripción de alianzas tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires, y la Presidenta decidió que prefería estar en Buenos Aires para evitar contratiempos y largas conversaciones telefónicas. No sólo canceló Bruselas sino también la escala en Milán. La reunión del Mercosur será entre cancilleres.

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Las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio entre Europa y el Mercosur se iniciaron formalmente en el 2000. Ante la falta de avances en algunos puntos estuvieron paralizadas desde 2004 hasta 2010, a partir de cuando tomaron nuevo impulso, se suponía que definitivo. Pero los avances son lentos. Cada bloque tiene que consensuar una "oferta" por separado para enviarle a la contraparte que lo analiza y da una respuesta. Así van pasando los años. Cuando un tiempo atrás Estados Unidos y la UE anunciaron que iniciaban las negociaciones para crear entre ellos un área de libre comercio entre ambos, en el Mercosur hubo quienes se pusieron nerviosos porque entendieron que Europa ya había perdido interés en esta región del mundo. El más entusiasta con la asociación con los europeos siempre fue Uruguay, donde suponen que por la estructura de su economía pequeña tiene mucho que ganar con el acuerdo. Fue donde surgió la idea de una negociación "a dos velocidades", donde los países del Mercosur pudieran avanzar más rápido o más lento de acuerdo a sus intereses.

Por el contrario, si se toman como ciertos los trascendidos, Argentina sería quien más trabas pone al avance de las negociaciones. En la Cancillería lo niegan. "Nosotros queremos avanzar, pero siempre con la idea de que las ganancias sean equitativas para todos", aseguraba una alta fuente del Palacio San Martín. "Abrir nuestra economía para los productos y servicios de las economías desarrolladas de Europa para que ellos la cierren a nuestros productos agrícolas, no lo vamos a hacer. Es falso lo que sale en los diarios. Nosotros no somos los que ponemos trabas, Brasil tiene nuestra misma posición. Ahora estamos esperando que Europa presente su oferta, así que no sólo no va a haber novedades en este cumbre, sino que tampoco las habrá hasta que termine el mandato de Cristina seguro", resumía. Respecto a las quejas uruguayas, que siempre consiguen mucha repercusión en la prensa opositora, le restaban importancia. "Lo de las dos velocidades no existe, si hace eso se rompe el Mercosur. Aparte, a los europeos les interesa llegar a un acuerdo con Brasil y Argentina, el en un marco así el volumen de la economía uruguaya es insignificante", concluía.