Por Ezequiel Orlando
Redacción El Destape
@ZetaOrlando
Arrancó el año y la situación económica benefició a quienes se resguardaron en bonos o acciones en vez de jugarle al dólar, tal como había recomendado El Destape. Desde mediados de 2014, algunos activos financieros escalaron 25%, mientras que el tipo de cambio se devaluó sólo 6%, lo que vuelve a respaldar que la apuesta al verde dejó de ser rentable.
Esta nueva etapa se vislumbra más estable en los primeros meses, más allá de cómo el Gobierno mueva las piezas en el ajedrez que le disputa a los fondos buitre. Lo importante no es que se firme un oficio con quienes litigan en Nueva York, sino que el mercado crea que antes de fin de año se tomará alguna medida. En vista de ello, los grandes gerenciadores de fondos de inversión recomiendan colocaciones diversificadas, incluso para los pequeños ahorristas.
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Las opciones
Quienes pueden atesorar hasta el 20% de sus ingresos deberían destinar al menos un 60% de sus tenencias a bonos para tener una renta fija moderada asegurada, de acuerdo a los especialistas. Aún con una tasa más alta, cercana al 30%, si se considera que antes de 2016 los buitres dejarán de volar amenazantes cada vez que el Gobierno despache pagos de deuda.
Los plazos fijos devuelven una ganancia del 23%, por lo que es una tasa que no compensa el aumento de precios, pero al estar relativamente cerca (siempre depende qué indicador se utilice) puede ser un instrumento sencillo para ponerle porcentaje pero pequeño.
Si el trabajador está en blanco y tiene un excedente, puede comprar dólares ahorro, pero no le darán un retorno en lo inmediato. Similares son los títulos vinculados al tipo de cambio (dollar-linked), pero estos le suman un tipo de interés a la devaluación. Se compran y pagan en pesos, pero Francisco Gismondi, economista de Empiria Consultores, recomienda guardarlos en cartera por más de un año, más porque no se manejan con mucha liquidez.
"Con un cambio de gobierno seguro vendrá una apertura del cepo, que significará una devaluación, por lo que son activos que conviene tener encima", aconseja. Para el asesor, "la incertidumbre cambiaria empieza en octubre y se acelera en diciembre".
Entre los bonos en dólares, el Boden 2015 es una jugada segura: "Significa comprar un dólar relativamente barato para octubre". Además, Gismondi recomienda no quitarle el ojo a las acciones, dado su bajo precio internacional. Además, recomienda los activos dollar-linked como el Bonad 2018 (nacional) o los que vencen en 2016 y 2018 de la Ciudad de Buenos Aires para guardarlos hasta que venzan. De las acciones, a sus clientes les compra Tenaris, YPF y Aluar. Con esta cartera la ganancia al año es de un 10% en dólares.
Nicolás Chiesa, de Balanz Capital, propone una esparsión aún mayor, con un 60% de los activos en bonos, 20% en acciones y un 20% en fondos de renta mixta. Los que más destaca son los Bonar 2017, el título en dólares que vence primero después de este año, y el Bonar 2024, uno de los que más flujos va a captar. Esta opción también rendiría un 10% en dólares.
"Los bonos vinculados al tipo de cambio son una herramienta interesante para el mediano y largo plazo", coincidió Javier Popowsky, director financiero del Banco Industrial, quien destacó el Bonad 2016 del Estado nacional. También resultan atractivas para un pequeño ahorrista las Letras del Banco Central, que a 6 meses brindan un retorno del 28%. El mínimo de este tipo de activos debe ser el 80% de la tenencia, mientras que un 20% sugiere destinarla a acciones como las de Pampa, YPF y Petrobras Argentina.
Para el banquero, no es necesario adquirir fondos comunes de inversión si uno procura diversificar. Estas herramientas aíslan al tenedor de lo que ocurra dentro del despacho del juez Thomas Griesa y brindan un ingreso al año del 13% en dólares ó 28% en pesos.
Alejo Costa, de la Sociedad de Bolsa Puente, propone mantener 60% en títulos, tanto a largo plazo en dólares como a corto con vinculados al tipo de cambio. Además, propone un 30% en papeles de deuda en pesos que dependen de la inflación, como el Discount, apostando a que un nuevo cambio en la metodología del IPC eleve aún más su tasa de interés. El 10% restante puede colocarse en YPF, Pampa y Galicia, plantea. Él guarda una pizca más de optimismo, ya que espera un rendimiento del 15% en moneda extranjera ó 40% en pesos.
Estas opciones prometen un retorno superior al que brinde el dólar, al menos en la primera mitad del año electoral que recién se inaugura. La movida de los alfiles de los fondos buitre puede nublar el panorama, pero todo indica que el equipo económico actual intentará que no sacudan el tablero como intentaron el año pasado.