La zona donde apareció el cuerpo de Santiago Maldonado no tenía pozos y así se cae otra operación de Clarín.
El juez Gustavo Lleral le tomó declaración testimonial al prefecto Leandro Ruata, responsable del rastrillaje sobre el río Chubut realizado el pasado 17 de octubre.
Ruata y los otros dos prefectos que participaron de la testimonial, Ángel Gómez y un tercero de apellido Bonini, indicaron que la profundidad del agua no superaba el metro cuarenta y que durante el anterior rastrillaje, es decir el realizado el 18 de septiembre, la profundidad llegaba al metro.
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De esta manera quedó confirmado que la zona donde fue hallado el cuerpo de Santiago había sido rastrillada con anterioridad.
Y confirmaron que en la zona donde se produjo la represión y por donde cruzaron los integrantes de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen y por donde intentó hacerlo Santiago no había pozones.
Clarín publicó hace dos días que Santiago había muerto en un pozo de agua, según una nota del periodista que cubre el caso para ese diario.
"El cauce del río Chubut que cruza la Pu Lof en Resistencia Cushamen no tenía más de un metro de profundidad al momento de la represión de la Gendarmería que desembocó en la desaparición forzada de Santiago Maldonado, causa que ahora investiga Lleral (Expediente 8232/2017). En los rastrillajes realizados el 16 de agosto y 18 de septiembre, la profundidad era la misma, el agua era cristalina, por lo que la visibilidad desde la costa era óptima, según indicaron los prefectos en su informe", afirma el diario Página 12.