A poco más de 24 horas del hallazgo del cuerpo de Carla Soggiu en el Riachuelo tras haber estado desaparecida durante cuatro días --a pesar de haber accionado su botón antipánico para pedir auxilio--, el diario Perfil difundió la última conversación que mantuvo con el operador de la línea de emergencias.
En la transcripción de la llamada, que será utilizada para esclarecer el caso y determinar si la Policía de la Ciudad actúo de forma correcta, queda demostrado que, si bien Carla dio indicaciones de dónde se encontraba y explicó que tenía dificultades para moverse por estar metida en el barro, no se hicieron mayores esfuerzos para dar con su paradero y rescatarla.
Alrededor de las 21, Carla accionó por segunda vez el botón antipánico que obtuvo a fines del año pasado luego de haber sido retenida contra su voluntad, violada y golpeada por su pareja. En ese momento se comunicó con la línea de emergencias y afirmó, desorientada: “Estoy metida en la Villa, me perdí”.
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Ante esto, la respuesta del operador fue "A mí me figura que estás cerca de tu casa". La mujer le contestó que “puede ser", al tiempo que describía que estaba metida en el barro, por lo cual tenía muchas dificultades para moverse y salir a la calle.
A pesar de esto, el operador le pidió que camine hacia la calle Berutti, que se encuentra a unos 100 metros de la vera del Riachuelo, porque de otra forma la Policía no podría dar con ella. “Tenemos un móvil en la zona pero si estas metida dentro de la villa no te va a encontrar, necesito que vayas a la calle Beruti”, le marcó.
Mientras Carla le remarcaba que todavía tenía problemas para lograr salir del barrial en el que estaba, el operador insistía en que fuera hasta la calle Berutti. Unos minutos después, la mujer indicó que sentía que su cara era tapada por el agua y se cortó la comunicación.
El móvil policial fue enviado al lugar que marcaba el GPS, en la calle Berutti, entre Einstein y Cachi. Sin embargo, no la hallaron: al parecer, Carla nunca pudo acudir al lugar, y la Policía tampoco fue a buscarla a donde ella dijo que se encontraba. Los efectivos tampoco registraron las calles aledañas o la vera del Riachuelo para intentar dar con el paradero de la mujer. Simplemente, al no verla en el punto marcado por la geolocalización, se fueron.
Luego de esa noche no se volvió a buscar a Carla. La Policía de la Ciudad recién inició los rastrillajes cuatro días después de ese último llamado, cuando el cadáver de Carla fue encontrado en el Riachuelo por unos trabajadores que, de casualidad, lo vieron. Estaba a la altura del Puente Bosch, a unos tres kilómetros del lugar donde el operador telefónico le pidió a Carla que se acerque.
Cabe remarcar que, según explicó la familia, Carla padecía de hidrocefalia, con lo cual un golpe podía provocar que se desoriente y pierda. Esto hace que, en su caso, fuera aún más urgente acudir en su ayuda, ya que resultaba muy difícil para ella moverse hasta el lugar indicado por sus propios medios.
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