La Universidad de Buenos Aires (UBA) resolvió comenzar el ciclo lectivo del año 2020 el 1 de junio próximo y extender el dictado de clases hasta el 12 de marzo de 2021, con un breve receso para las fiestas de fin de año, con el objetivo de garantizar que sus estudiantes cursen sus carreras en forma presencial y proteger a la comunidad educativa ante la pandemia de coronavirus.
Con todo, el calendario académico establecido anoche por el rectorado funciona como marco sobre el cual el resto de las unidades académicas que forman la universidad luego fijan sus propios períodos de dictado de clases atendiendo a las particularidades de las carreras que dictan y su organización general.
Esta mecánica incluye a los colegios preuniversitarios que funcionan bajo la órbita de la UBA: el Nacional de Buenos Aires, la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, la Escuela de Educación Técnico Profesional en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria, la Escuela de Educación Técnica de Villa Lugano, el Colegio Preuniversitario de Escobar y el Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE).
El mes pasado la universidad había recomendado a todas sus unidades académicas postergar sus clases hasta el 12 de abril, lapso en el cual deberían adoptar otros formatos de enseñanza a través de sus campus virtuales o cualquier otra modalidad digital.
Ahora la UBA hace un corrimiento del año académico para garantizar a sus estudiantes que cursen en forma presencial.
"La Universidad debe garantizar acceso en condiciones de igualdad para la enseñanza a los estudiantes de todas las carreras; de todos modos las facultades, el CBC y los colegios universitarios podrán brindar apoyo de manera virtual según sus propias necesidades de enseñanza", indicó una resolución del rectorado divulgada a última hora de ayer.
Por su parte, el rector de la UBA, Alberto Barbieri, manifestó hoy su agradecimiento al personal docente, no docente e investigadores "por el esfuerzo que están haciendo ante las nuevas condiciones por el aislamiento", con clases virtuales y 7.500 voluntarios que se pusieron a disposición.
"Lo más importante de todo esto, es agradecer al personal docente, no docente, investigadores y a los mas de 7.500 voluntarios (médicos recibidos, estudiantes y técnicos) que se pusieron a disposición ante las necesidades que pudieran surgir por esta epidemia de las provincias, del gobierno Nacional o el porteño", dijo Barbieri hoy a Télam.
Pese a aclarar que tal como disponen los estatutos, cada facultad decidirá la forma de implementar las clases virtuales y sus contenidos, especificó ciertas situaciones particulares como la de la facultad de Medicina.
La casa de altos estudios destacó que adopta esta decisión porque integrantes de su comunidad integran grupos de riesgo y porque docentes, no docentes, estudiantes e investigadores junto a funcionarios prestan servicios esenciales para la atención de la salud de la población.