"Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas". Así describe Jeremy Cohen, fotógrafo de 28 años residente en Brooklyn, Nueva York, la serie de gestos creativos que adoptó para seducir a una vecina a distancia en medio de la pandemia de coronavirus. Cohen y su historia de amor se hicieron virales tras compartir en las redes sociales un video en el que aparecía enviando su número de teléfono en un dron a su vecina Tori Cignarella.
La insólita historia de amor arranca con un posteo de Jeremy, relatando formas de pasar el tiempo durante su cuarentena: "Para mantenerme ocupado durante la cuarentena a solas en mi apartamento, comencé a tomar fotografías de personas en sus terrazas para una colección temática. Hace unos días, me fijé en una chica en la calle de enfrente que bailaba sobre su azotea. Me sentí muy atraído por su energía. Salí al balcón, le agité la mano y ella me devolvió el saludo. Casi de forma inmediata, pude sentir la conexión entre ambos y quise ponerme en contacto con ella. Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas".
Y sigue: "Tomé mi dron, le adherí una nota con mi número de teléfono apuntado y lo volé hacia su azotea. Me escribió una hora después y comenzamos a hablar. Entonces le pedí salir y coordinamos una cita con la ayuda de su compañera de piso". Luego de conseguir una cita, prosiguió el relato con las intimidades del encuentro esperado. "Ella estaba en su azotea y yo en mi balcón con una escena similar: una mesa pequeña, vino y comida. Durante la cita estábamos conectados en una videollamada en Facetime y podíamos vernos y saludarnos el uno al otro", publicó en Instagram, sobre la cita.
La historia de amor en tiempos de coronavirus sigue plagada de ocurrencias insólitas para cultivar la relación. El más significativo que se expone es que, para la segunda cita, Cohen se metió dentro de una burbuja real, para poder estar más cerca de su enamorada, sin violar las medidas de seguridad para no contagiarse de Covid-19. No hay pandemia que pueda contra el amor.