La sobrina segunda del senador nacional y exgobernador de Tucumán José Alperovich declaró este lunes ante la fiscalía y afirmó que dar su testimonio "fue reparador". "Ella ya pasó la peor violencia que podría haber pasado y esto la fortalece. Poder decir lo que le pasó fue reparador para ella y está en otro momento, quiere reconstruir su vida y dejar esto atrás", afirmó a la salida de los tribunales la vocera de la denunciante.
En una carta abierta publicada el viernes pasado, la joven de 29 años, sobrina segunda del acusado, subrayó que desde diciembre de 2017 a mayo de 2019 fue "violentada sexual, física y psicológicamente" por parte de Alperovich, a quien denominó como un "monstruo".
"No miento, no busco fama. Nadie quiere hacerse famosa por contar el horror que vivió. No quiero dinero ni hay un trasfondo político detrás de mi denuncia. Soy mucho más que todo eso que se pueda especular. Esto es por mí", añadió en la extensa carta, en la que afirmó que cuenta esto por su "seguridad" pero también para que otras mujeres "se animen a hablar".
La joven prestó declaración en un juzgado de Tucumán durante casi tres horas y, según su vocera, también fue llamada a declarar por la fiscalía de Buenos Aires, aunque se desconoce la fecha en la que tendrá lugar su testimonio.
En ese sentido, actualmente la denunciante se encuentra bajo protección de la Policía Federal como una medida de "precaución", decretada por la propia Fiscalía, debido a la "magnitud del caso".
En paralelo, en la Cámara alta se discute la suerte del senador. Mientras Alperovich asegura que no pedirá licencia, tanto la titular de la comisión Banca de la Mujer, Norma Durango, así cómo el futuro Canciller, Felipe Solá, pidieron que se tome licencia. En cambio, el diputado del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, planteó directamente que debería renunciar a la banca.