Los estoy viviendo bien. Me parece que es acostumbrarse a una cosa distinta a la que teníamos. El eje del trabajo que hago desde mi casa me permite utilizar algunas horas al estilo que lo hacía normalmente. El tiempo siempre es un desafío. Para muchísima gente debe ser una dificultad, porque son horas que estaban acostumbrados a cubrir y que ahora les han quedado vacías y deben estar pedaleando en el aire.
Uno tiene la fortuna de poder hacer este tipo de trabajo desde casa. Ese es un cambio que se viene, que se va a profundizar, hablando del futuro, y es el trabajo hecho desde la casa. Muchas empresas y muchos trabajadores van a poder confirmar que, lamentablemente para mí, tenemos un mundo cada vez más metido en células, en compartimentos, que no son los colectivos.
Eso a mi me asusta del futuro. Pero también es verdad que, a la salida de esto, mucha gente va a advertir, empresas de un lado y trabajadores del otro, que se pueden hacer las cosas desde el hogar y que eso, en un mundo con tantas dificultades de tránsito, puede convertirse en alguna ventaja.
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En algún sentido, como todo en la vida, tiene aspectos positivos y negativos.
A futuro, me parece que la revalorización del Estado va a ser muy importante en todos lados. El Estado presente o el Estado ausente es una de las constantes de las que hemos estado hablando. En Argentina, por suerte, ha estado muy presente y justamente a continuación de un Estado ausente como el que nos había propuesto el neoliberalismo.
Del cotejo de lo que fue hasta diciembre y lo que es apartir de diciembre el país, y que haya ocurrido lo del coronavirus en este momento que tanto se necesita del Estado para sobrevivir y para la salida, me parece que es importante poder hacer como nunca una buena lectura de las diferencias que hay cuando un Estado actúa como una protección para todos o con un Estado que nos da la espalda.
Llama la atención el silencio y el vacío. El vacío de la ciudad se produjo muchas veces, pero nunca el silencio que acompaña a la mayoría de la gente. Es un silencio que se oye. Eso también es un compañero raro, sobretodo en ciudades como Buenos Aires, una de las más ruidosas del mundo.
La salida política y económica me parece que es un desafío muy grande. El capitalismo en crisis. Y otras formas de relacionarse y de socializar la vida me parece que tienen que aparece de inmediato.