La vida real a veces supera los pronósticos más sombríos. El club de Luna de Avellaneda, la película dirigida por Juan José Campanellaque fue un símbolo de la crisis del 2001, se encuentra en una situación terminal por el golpe que significó el tarifazo en servicios públicos, algo que afecta a todos los clubes de barrio.
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El club "Juventud Unida de Lavallol", donde se filmó la película, recibió boletas de luz con una suba del 300%, pasando de 2.900 pesos a 8.700. Juventud Unida tiene 200 socios y una comisión directiva ad honorem que trabaja para hacer que sobreviva a este temporal.
Allì, niños y adolescentes practican fútbol, básquet y patín, entre otros deportes. Para ahorrar energía, los chicos dejaron de asistir de noche, cuentan. "Lo paradójico e indignante es que, de hecho, bajamos el consumo: invertimos no sólo en bombillas de bajo consumo sino también en la colocación de vidrios para aprovechar la luz del día", relata la tesorera, Liliana Reboredo.
"En unos días más va a llegar el aviso de corte. Es nuestro mayor miedo y encima en cualquier momento llega la bomba de mayo", agrega Reboredo al portal minutinouno.com.
"Luna de Avellaneda" relata la historia de un club de barrio golpeado por la crisis de 2001 y la disyuntiva para sobrevivir: resistir en esa situación o vender la sede para reconvertirse en un casino, completamente distinto a los fines para los que se creó a mediados de la década del '40. El club era un lugar de reunión del barrio y parte de la vida cotidiana de sus integrantes desde la infancia hasta la adultez.