El aislamiento social obligatorio implicó que muchas actividades hoy estén frenadas y un sector que se ve sumamente afectado es el de los trabajadores que cobran por comisión. Están quienes tienen un salario básico al cual le suman este “plus” y están quienes lo hacen de forma independiente y dependen exclusivamente del ingreso que obtengan, por ejemplo, mediante las ventas o generación de productos o servicios. A los primeros, el ingreso se les redujo drásticamente ante el cierre de los comercios y los segundos se encuentran en una situación de extrema delicadeza ya que no cuentan ni siquiera con una base monetaria fija.
Según datos del Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (CETyD - UNSAM), el total de trabajadores independientes asciende a cinco millones en todo el país, 180.000 perciben ingresos por comisión (3,6%). Los asalariados - entre empleo público, privado e informal - son 13 millones, de los cuales 455.000 cobran bajo esta modalidad (3,5%). Estos últimos no dependen exclusivamente de ese ingreso extra ya que tienen un sueldo pero éste puede variar muchísimo dependiendo de las ventas o producción y el porcentaje que les corresponda según cada rubro.
Las situaciones son de lo más diversas. Los asalariados que hoy no pueden percibir comisión, cobran un sueldo básico que, en muchos casos, apenas alcanza para cubrir la canasta básica. Ramón Muerza, delegado general de los trabajadores en los supermercados COTO y quien fuera candidato para liderar el Sindicato de Comercio, explicó a El Destape que los locales que venden electrodomésticos, por ejemplo, están cerrados y no están vendiendo nada.
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Según la empresa, el acuerdo será diferente pero todos cobran un sueldo básico que, para 48 horas semanales, es de $34.000. A eso pueden sumarse los premios, las horas extra que se trabajan mensualmente o durante los domingos, que se cobran aparte, para lograr tener un ingreso aceptable. Pero en la mayor parte de los casos, ante la ausencia de ventas y consiguiente inexistencia de comisiones, el salario se redujo drásticamente hasta llegar, incluso, a la mitad de lo percibido normalmente.
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Por poner un caso, los trabajadores de Garbarino vienen con problemas hace un par de meses por falta de mercadería, lo que redujo las ventas y comisiones que hoy están en cero por el parate de estos comercios ante la cuarentena. Pero el sistema para calcular los montos que le corresponden a cada vendedor por transacción realizada no es sencillo y depende de cada producto y forma de pago. Al valor del electrodoméstico se lo divide por 1.21 y el resultado se multiplica por 1.8 si el cliente abonó en efectivo o débito. Si lo hizo con tarjeta, la multiplicación es por 1 y si lo hizo en cuotas es por 0,5, lo que liquida la percepción que recibe el trabajador.
La cuestión se pone más compleja si se tiene en cuenta que, al menos en ese caso, arrancan en cero pesos todos los meses. ¿Qué quiere decir eso? Si bien tienen un salario básico asegurado, la comisión recién comienza a computarse y sumarse a éste si las ventas realizadas superan el monto del sueldo acordado por convenio. Si no lo hacen, sólo cobran esa base fija, sin ningún extra. La buena noticia, en medio de este contexto difícil, si se quiere plantear de algún modo, es que esos ingresos se perciben en blanco por lo que computan para los aportes previsionales.
Según los datos del CETyD a los que tuvo acceso El Destape, el 10,1% de los trabajadores de comercio perciben comisión por venta o producción; en transporte, almacenamiento y comunicación lo hace el 7,8%; en la industria manufacturera el 5,8%; en servicios financieros, inmuebles, alquileres y empresas el 5,2%; en actividades primarias el 5% al igual que otros servicios comunitarios, sociales y personales; un 2% lo hace en la construcción; un 1,1,% en servicios sociales y de salud; un 0,7% en hoteles y restaurantes; un 0,4% en enseñanza; el 0,2% en otras ramas; el 0,1% en la administración pública y defensa y el 0% para trabajo doméstico.
Estos son los rubros que, como trabajadores en relación de dependencia, encuentran en las comisiones un extra para abultar los sueldos que perciben mes a mes y que en muchos casos, ante esta situación de pandemia, hoy los vieron cortados, lo que impactó los bolsillos de 13 millones de asalariados.
Pero también están los casos de quienes trabajan de forma independiente. Cinco millones de personas que cobran exclusivamente una comisión por el trabajo que realizaron. Este sector es el más golpeado porque hoy, en su mayoría, no tiene esa fuente de ingresos pese a la “reconversión” de la que comenzaron a hablar muchos sectores.
Esta es la situación, por ejemplo, de quienes venden productos por catálogo. Muchos trabajadores le contaron a El Destape la difícil situación que viven en este contexto porque si antes se vendía poco, producto de la crisis económica heredada del macrismo, ahora se vende mucho menos o nada. En lo que respecta a productos de belleza, por ejemplo, permiten transacciones de aquellos que sean esenciales – como jabones o alcohol en gel, por poner un caso – y dieron el “beneficio” de no cobrar el envío del producto para que la revendedora no tenga que erogarlo de su bolsillo. Son algo así como $200. No sólo es poco sino que ante la falta de demanda o dificultad para acercar las compras, no genera mayor diferencia. Las soluciones son difíciles: vivir con familiares o arreglárselas con el sueldo de la pareja o conviviente que tenga un ingreso fijo.
Hay distintas modalidades de cobro a tener en cuenta. Según los datos del CETyD, 465.000 trabajadores independientes perciben ingresos por productividad; 2.305.000 lo hacen por servicio u obra realizada; 450.000 por honorarios profesionales; 180.000 por comisión o porcentaje; 1.395.000 por ganancias por ventas realizadas o dividendos y 205.000 por otro motivo.
La mayor cantidad de trabajadores que cobran por comisión o porcentaje pertenecen al rubro del comercio (5,6%), seguido de servicios financieros, inmuebles, alquileres y empresariales (4,5%), y el transporte, almacenamiento y comunicación (3,8%). Una categoría similar es la de percibir ganancias por ventas realizadas o dividendos (prima hermana de las comisiones). En ese caso, el comercio vuelve a encabezar la lista con el 65% de los trabajadores, seguido por los que se desempeñan en hoteles y restaurantes (59,2%), actividades primarias (58,6%) e industria manufacturera (27,6%).
Dentro de los trabajadores independientes también hay que contabilizar los que perciben ingresos a destajo (por lo que produce) o por productividad. En este caso, el ránking es liderado por la industria manufacturera (23,2%), seguida de la construcción (12%) y hoteles y restaurantes (11,5%).
Si nos concentramos en los ingresos por servicio y obra realizada, la construcción encabeza el cuadro con el 83%, seguida de cerca por otros servicios comunitarios, sociales y personales (78,5%), el transporte, almacenamiento y comunicación (74%) y la enseñanza (53,3%). Este rubro vuelve a aparecer si el desagregado se hace en base a los honorarios profesionales, ya que el 33,1% de quienes trabajan en la educación perciben pagos por ello, los que realizan servicios sociales y de salud (49,6%) y los servicios financieros, de alquileres, inmuebles y empresas (38,1%).
De este modo, hablamos de un universo de 18.000.000 de trabajadores, algunos más complicados que otros, que vieron mermar sus ingresos en forma significativa ante el cierre de comercios, caída de ventas y provisión de servicios. Otro de los grupos que tienen que rebuscárselas día a día para pasar la cuarentena.