Marcos Bazán es el único detenido por el crimen de la adolescente Anahí Benítez y si bien se declaró inocente y dijo no conocer a la chica, para los investigadores está involucrado en el asesinato y hasta creen que no actuó sola.
La nueva sospecha es que Bazán tuvo un cómplice. La hipótesis surgió a partir del recorrido que hizo Bruno, el perro rastreador que marcó primero la casilla donde vivía el acusado y después, el lugar donde encontraron enterrado el cuerpo de la adolescente de 16 años.
Se trata de un trayecto de por lo menos 300 metros en el que no se detectó ningún signo de arrastre, publicó el portal TN.
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Ese indicio llevó a los investigadores a especular con la existencia de una segunda persona, con auto, que podría ser el autor material del crimen.
Ese individuo, según la hipótesis, podría haber recurrido a Bazán para que lo ayudara a trasladar el cuerpo. En ese sentido, una de las claves para el avance de la causa será la declaración de nuevos testigos.
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