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Piccolomini es la segunda esposa del ministro a cargo de la "renovación del Estado" que se llevó consigo ya a unos 27.000 trabajadores de la administración pública en apenas 3 meses, y, según figura en su propio perfil de Linkedin, cuenta con una sola experiencia relacionada a este nuevo cargo dentro de los medios: fue asesora de prensa y comunicación en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires durante el año 2009.
Sin embargo, este no es el primer cargo al que Piccolomini accede gracias a los "contactos" de su esposo: en 2013 el propio Ibarra la designó como Gerente Operativa de Comunicación Institucional dentro del ministerio de Modernización porteño que él mismo comandaba:
La noticia no puede darse en un peor contexto: este lunes, el propio Ibarra aseguró en una conferencia de prensa de la que participó también Mauricio Macri que la nueva gestión debe comenzar a "contratar empleados mediante concursos públicos" e instó a terminar con la teoría del "Estado al servicio de la militancia". No obstante, su esposa, confesa militante del PRO, accedió a su flamante cargo dentro de la Secretaría de Medios Públicos sin haber pasado por ningún proceso de selección previo.
Además, si bien Piccolomini se encuentra ya desarrollando sus nuevas tareas, en la propia página web de RTA, el cargo que ejerce dentro de la Dirección de Relaciones Institucionales figura aún como "a designar":
Este no es el primer caso de nepotismo que presenta el gobierno de Mauricio Macri: la prima de la vicepresidenta Gabriela Michetti ostenta un cargo en el Senado por el que fue ascendida recientemente, al igual que el hermano de Federico Pinedo, la novia del ministro de Cultura, Pablo Avelluto y el propio hijo del sindicalista Hugo Moyano.
En medio de estas polémicas designaciones, el Estado, comandado por el propio Ibarra, continúa realizando una brutal limpieza en todas las áreas y ministerios, y ya anticipó que se vendrá una segunda ola de despidos, para la cual se encuentra revisando otros 25.000 contratos en supuesta situación "irregular".
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