Sábado 8 de agosto. Jorge Ariel Velásquez se dirigía a la casa de su hermano, ubicado en la ciudad de San Pedro de Jujuy. A pesar de estar afiliado al Partido por la Soberanía Popular, brazo político de la agrupación Tupac Amaru de Milagro Sala, Velásquez militaba desde comienzos de este año en la Unión Cívica Radical. Antes de llegar a destino, un agresor que permanece sin identificar le disparó por la espalda. La bala calibre .22 atravesó varios órganos y lo tumbó. Estuvo 12 días internado hasta su fallecimiento, ocurrido el miércoles 19 de agosto. Había nacido el 10 de diciembre de 1994, tenía 20 años.
Desde ese entonces, su muerte se discutió más en la sección Política que en la de Policiales. Sus compañeros de militancia y el candidato a gobernador del Frente Cambia Jujuy, Gerardo Morales, deslizaron que se trataba de un crimen político. Bajo esta hipótesis, Ariel habría sido asesinado por militar en un partido opositor al de la dirigente social Milagro Sala, quien mantiene una rivalidad con Morales desde hace años.
La primera hipótesis que manejó la fiscal a cargo del caso, Silvia Farall, es que había tratado de un intento de robo. Según cuentan sus correligionarios, a Velásquez no le faltaba ninguna de sus pertenencias. Descreen además por el modus operandi: un ladrón habría encarado a su víctima por el frente, no por la espalda.
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Hoy, la causa cuenta con tres detenidos, según informó Farall a la prensa local. Sin más detalles, se sabe que los tres son de sexo masculino, mayores de edad y residentes de San Pedro. La funcionaria judicial precisó que por el momento no hay elementos que vinculen el crimen a la Tupac Amaru, aunque no descarta "ninguna hipótesis". "Desconozco si (el crimen) tiene un tinte político", agregó. La familia se sumará próximamente como querellante.
Desde el radicalismo jujeño denuncian que el mismo día que culminó con el crimen, Velásquez y un grupo de militantes "boina blanca" habían sido amedrentados por simpatizantes de la Tupac. "Estaban con varias meses, pasaron en motos, los insultaron, se generó una disputa y tiraron las mesas", sostuvo aEl Destape Renán Dada, presidente de la Juventud Radical de Jujuy. Dada denunció que hechos de este calibre no son novedosos. Según su versión, hace dos semanas a un grupo de militantes de la UCR gente de la Tupac los habrían amenazado con armas de fuego. "Esto es todos los días", apunta.
Desde la organización social lo desmienten. Su vocera, Sabrina Roth, dialogó con este medio y acusó a Gerardo Morales de decir "muchas cosas, como que generamos clima de violencia, pero no tenemos ningún dato" en ese sentido. Y agrega que el día en el que ocurrió el trágico hecho "no salimos a hacer campaña".
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Roth reafirma que la víctima estudiaba en el colegio Germán Abdala que maneja la Tupac Amaru. "Cuando alguien se acerca a la Tupac con una necesidad, no preguntamos de dónde viene", respondió. En la propia ficha de inscripción a la escuela que difundió la organización social, sin embargo, se pregunta al futuro alumno si es afiliado o no a la Tupac Amaru. Roth explica que "esa pregunta no es un requisito para entrar, si una persona se afilia en 2013 y estudia en marzo de 2014 (cuando se inscribió Velásquez), quiere decir que no hubo imposición". "En San Pedro hay más oferta educativa", añadió.
"El apriete es moneda corriente", apunta el presidente de la Juventud Radical nacional Emilio Cornaglia. Como todos en su partido, señalan un clima político tenso para explicar las sospechas sobre Sala y los suyos. Sobre la afiliación de Ariel al PSP, respondió: "Te obligan a afiliarte, es algo común". Cornaglia cuenta que dentro del folklore político encontró compañeros "que se enteraron que estaban afiliados al MST o la UCeDé".
En declaraciones a radio Vorterix, la propia cuñada de Ariel, Silvia Vázquez, saldó la duda y aclaró que nunca militó para la Tupac y que se sumó al radicalismo a principios de este 2015. Luego de la cadena nacional de Cristina, la JR difundió imágenes del fallecido militante en manifestaciones de la UCR.
Sobre este punto, en la Tupac Amaru salieron a explicar: "Nunca dijimos que Velásquez militara, sí que era afiliado al PSP" y reiteraron que no tienen "ninguna vinculación" con el suceso.
La diputada nacional María Gabriela Burgos (UCR-Jujuy) también señala que hay "indicios" para sospechar de un crimen político. "Venimos soportando hechos de violencia, hay un modus operandi", argumentó a El Destape. No obstante, la falta de testigos en horas de la noche juegan en contra para identificar al agresor. "No descartamos la inseguridad" como móvil del crimen, añadió.
Al cierre de esta nota, se aguarda que se conozcan los resultados de la autopsia. Un testigo encubierto fue la llave que vinculó hasta ahora a estos tres implicados en la causa. Mientras tanto, un homicidio aguarda por Justicia. "Ojalá no haya vinculación política", remarcó Burgos a este medio. La verdad aguarda para ser descubierta.
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