Mauricio Macri dejará el gobierno nacional el próximo 10 de diciembre. Lo hará tras caer en los comicios ante el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández. Y más allá de las políticas de ajuste que tanto daño le hicieron al pueblo argentino, los aumentos incesantes en las tarifas y la reducción del salario desde la clase media hacia los más necesitados, el presidente saliente también se va con un sinsabor personal: la mala racha de Boca con él en el Poder Ejecutivo.
Desde diciembre de 2015 hasta la fecha, Macri no ha podido celebrar campeonatos internacionales de su querido 'xeneize'. De hecho, se marchará de la Casa Rosada sin lograrlo ya que el equipo de Gustavo Alfaro se ha quedado en las semifinales de la actual Copa Libertadores. Y fue eliminado ante River, en lo que sin dudas ha sido un golpe duro para todos los seguidores del club azul y oro.
Sin embargo, lo acontecido en octubre de 2019 no es el único traspié continental de la institución presidida por su amigo Daniel Angelici. Ya en 2016, Boca quedó sorpresivamente eliminado, también en semifinales de la Copa Libertadores, ante Independiente del Valle. El partido de ida, disputado en la altura de Quito (Ecuador), terminó 2-1 para el rival. Todo hacía indicar que en La Bombonera no habría sobresaltos, pero los de Barros Schelotto perdieron 3-2 en lo que fue una catástrofe que derivó en la salida de varios jugadores hacia otros horizontes.
De todos modos, la tristeza mayor de Macri y de los fanáticos del 'Xeneize' ocurrió el 9 de diciembre de 2018. Allí, Boca cayó 3-1 ante River en lo que fue la final de la Libertadores más vista en la historia del certamen. La misma se disputó en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid y prácticamente ofició como una definición a partido único.
Con las dos hinchadas presentes, el equipo del Mellizo, quien renunció luego de esta derrota, habia igualado 2-2 en el estadio Alberto J. Armando frente a su eterno rival. Y tras lo acontecido en la ida, la revancha en el Monumental nunca se jugó: el micro de Boca fue agredido en las inmediaciones del recinto de Núñez y Conmebol decidió trasladar la finalísima al viejo continente.