Por el conflicto, unas 250 mil personas se ven afectadas al no poder viajar hacia y desde el norte del Conurbano.
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Néstor Marcolín, uno de los delegados de la comisión interna gremial, aseguró que el conflicto se inició por el "despido injustificado" de un trabajador y apuntó que en las últimas horas la firma ya rescindió de los servicios de 47 choferes.
"La empresa no deja sacar los colectivos de los galpones, decidió hacer un lock-out patronal contra una medida de fuerza de los trabajadores, que protestábamos por el despido injustificado de un compañero", dijo Marcolín.
Los choferes de esta línea habían iniciado la semana pasada una protesta que consistía en no cobrarle el boleto a los cerca de 250.000 pasajeros que cotidianamente usan el servicio, por lo que
la firma Monsa ahora decidió que los colectivos no salieran a la calle hasta que sus empleados depongan a la actitud.
Los trabajadores discutían este domingo en asambleas los pasos a seguir en el conflicto, dado que si la empresa no permite sacar los colectivos a la calle, ellos tampoco podrán seguir protestando por la reincorporación de los choferes despedidos.
"La situación es gravísima. Fuimos a la comisaría 26 de Barracas, en Capital Federal, para radicar una denuncia porque el lock-out patronal es un delito penal, y el subcomisario a cargo no nos quiso tomar la denuncia", se quejó Marcolín.
El sindicalista se quejó porque a pesar de no prestar el servicio, la empresa sigue recibiendo los subsidios estatales que, según aseguró, alcanzan a 100.000 pesos mensuales por cada una de los 340 colectivos que tiene la compañía.
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