En el marco de los pedidos realizados por detenidos ante la pandemia del coronavirus, la Justicia no hizo lugar al pedido de arresto domiciliario solicitado por la defensa del represor Jorge Eduardo "Tigre" Acosta" y pidió que el Servicio Penitenciario Federal le brinde la atención médica y seguimiento de sus patologías, así como el adecuado tratamiento.
La resolución del juez Daniel Obligado, presidente del Tribunal Oral Federal número 5, estipula que "al menos hasta ahora, no se ha logrado demostrar ni cómo, ni de qué manera, la emergencia sanitaria de pandemia Covid-19, haya incrementado los riesgos personales del condenado Acosta, por lo que su pedido habrá de ser rechazado".
Su defensa había argumentado que "se encuentra dentro de un factor de riesgo, en tanto cuenta con casi 80 años de edad, padece afecciones cardíacas y otras que requieren extremos cuidados, encontrándose en una situación particular de vulnerabilidad por encontrarse privado de su libertad".
En los fundamentos judiciales se sostuvo que "las autoridades de varias de las unidades en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal informaron mediante diversas comunicaciones oficiales, el dictado e implementación de protocolos y directivas con el objetivo de asegurar el acatamiento de los estándares fijados por las disposiciones internacionales y nacionales para la prevención de la pandemia, como así también que no existía, por el momento, ningún caso de contagio entre la población carcelaria, y ningún caso, siquiera de los catalogados como 'sospechosos'", entre otras medidas de cuidado médico, controles y detección temprana de síntomas.
En ese sentido, se sostuvo que "las autoridades competentes en la materia aseguran la posibilidad de mantener plenamente vigentes los protocolos de prevención de contagio y propagación de la pandemia en cuestión (circunstancia que, vale resaltar, rige al día de la fecha para la totalidad de la población de nuestro país), por lo que la mera invocación por parte de la defensa de encontrarse su ahijado procesal dentro de la población de riesgo, no puede constituir un argumento de entidad suficiente como para modificar la modalidad de encierro al mantenerse su postura en el plano meramente conjetural y no verificarse la materialización del riesgo que justifique, de momento, acceder a lo peticionado".
Jorge "Tigre" Acosta cumple una condena a prisión perpetua por 82 crímenes de lesa humanidad probados que cometió en su condición de líder en el emblemático centro clandestino de detención que funcionó en las instalaciones de la ex Esma durante la última dictadura.
A eso se suma una condena a 30 años de prisión por su responsabilidad en el plan sistemático de robo de bebés, en tanto a fines de noviembre de 2017 recibió otra condena a prisión perpetua por los llamados "vuelos de la muerte".
A esas causas se suma otra, actualmente en trámite, que del mismo modo que la que tuvo su veredicto en noviembre de 2017, tramita ante el Tribunal Oral Federal número 5, que ahora dejó en suspenso el trámite del pedido de "libertad condicional" planteado por su defensa, que se sumó a otro que había interpuesto anteriormente para lograr el beneficio de "arresto domiciliario" para su defendido.
El detenido represor cobró nuevamente notoriedad pública cuando, el 27 de agosto pasado, en una salida autorizada por la Justicia, entró custodiado por dos policías y acompañado por familiares a la UDAI Centro de la Anses, ubicada en la avenida Córdoba al 1100, del centro porteño, con el fin de tramitar un préstamo, según se informó.