El diputado nacional Máximo Kirchner participó de una "plaza del pueblo" ayer en Quilmes, donde junto a otros dirigentes del kirchnerismo criticó el veto a la ley antidespidos y se tomó un tiempo para salir a responderle al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por sus polémicos comentarios sobre el uso de la calefacción en el sur del país.
"Lo voy a invitar al ministro Frigerio a comer un asado en mi casa en Río Gallegos, el 10 de julio o para el cumpleaños de mi hijo, siempre y cuando no caiga Bonadio, para que comamos en remerita y con las ventanas abiertas", disparó Máximo Kirchner.
"Le dicen a la gente que usar el horno o prender el aire acondicionado fue consecuencia de una fiesta. No pueden ser tan inhumanos", expresó el diputado.
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En sentido, Kirchner expresó que "este Gobierno no sinceró la economía, sino que lo que sinceró fue su modelo de país" que tendrá "consecuencias nefastas". "Pasamos en menos de un año de discutir el Impuesto a las Ganancias a debatir sobre la necesidad de una ley para frenar los despidos", detalló.
Por último, el líder de La Cámpora criticó que el anuncio del veto a la ley antidespidos se diera en la fábrica Cresta Roja "fue de una insensibilidad innecesaria, con los miles de trabajadores que quedaron afuera" de esa empresa avícola, donde de 3500 cesanteados sólo 1300 fueron reincorporados.
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