Sin embargo, no fueron los alimentos los que justificaron el alza de precios. De manera desagregada, de acuerdo al IPC-GCBA, las mayores subas se registraron en el rubro "Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles", producto de aumentos en los alquileres, las expensas y el gas de red. Otros rubros que incidió en junio fueron los de "Recreación y Cultura", "Salud" (por aumentos en medicina prepaga) y "Transporte" (vehículos automotores y combustibles). "Los incrementos de precios en estas cuatro divisiones explican casi tres cuartas partes de la inflación mensual", señala el reporte.
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En tanto, el nivel de actividad se expandió 0,5% interanual en mayo, "acumulando una ligera contracción en lo que va del año (-0,2%)", según la consultora OJF, aunque la caída en la industria y la intermediación financiera se compensa con "el buen desempeño de la actividad agropecuaria (por la cosecha) y de la construcción (por la obra pública)". No obstante, el comercio "aún no reacciona ya que el poder adquisitivo de los hogares no se ha recuperado. La demora en las negociaciones salariales ha tenido particular incidencia sobre este aspecto. Esto implica que la capacidad de las firmas para trasladar aumentos de costos a precios es más acotada.
También el atraso tarifario y la estabilidad del tipo de cambio (oficial) son otras de las variables que moderan la inflación, principalmente porque la energía y el transporte son de consumo masivo y participan en la canasta de referencia. Ambos servicios continúan con subsidios que contienen sus precios, por eso la expectativa en el mercado financiero por las empresas energéticas, que tienen la esperanza de que un nuevo gobierno sincere las tarifas.
"Desde 2008 a la fecha, por ejemplo, los precios al consumidor aumentaron más del doble de lo que lo hicieron las tarifas de gas y transporte. Asimismo, la utilización del tipo de cambio como ancla nominal (se deprecia 1% mensual y 12% a/a) ayuda a contener los precios de los bienes transables", indicó M&F.
Lo cierto es que según los indicadores, la contención de los precios debería ser más profunda, pero interviene con fuerza "el componente inercial". Tras varios años con una inflación de dos dígitos, la indexación ya es moneda corriente en los contratos, pese a su ilegalidad. Tal como indica la regla básica de la economía: "todo se basa en expectativas", dado que los negocios están hechos por los hombres. "El ejemplo más claro es el de las propias paritarias, con los sindicatos negociando aumentos para compensar la pérdida de poder adquisitivo sufrida durante 2014. Este comportamiento backward looking tiende a perpetuar la suba de precios. En efecto, la inflación subyacente (o tendencial, ya que da cuenta de subas no sujetas a variaciones estacionales o por decisiones regulatorias) ronda el 28% anual y las expectativas para el próximo año se mueven en torno al 30%", indica el informe.