La industria avícola está en crisis pero sólo ganan los supermercados

27 de julio, 2015 | 12.00
A partir del conflicto por el cierre de la planta avícola Cresta Roja, del Grupo Rasic, el segundo mayor productor del país, el escenario del sector se mostró con todos sus problemas: sobreoferta en el mercado local, la caída de las exportaciones y la clásica distorsión en los precios: mientras desde la producción se advierte que desde principio de año se vende el pollo a "precios de quebranto", los valores en las góndolas no le permitieron al consumidor a provechar la coyuntura.

Según un relevamiento de El Destape en los principales supermercados de la Capital Federal, el kilo de pollo entero no bajó, y por el contrario subió con respecto al mes pasado cuando promediaba los $22. En Jumbo cuesta $ 23, en Coto $ 24 (más allá de las ofertas de un día en particular), mientras que en Disco vale $ 23 y en las granjas de Palermo no baja de $24.

Asimismo, un sondeo en supermercados y negocios minoristas de la ciudad de Buenos Aires, por parte de la ONG Consumidores Libres durante la 1° quincena del mes de julio de 2015, estima que el kilo del ave bajó 0,76%, pero lleva acumulada una suba del 3,57% desde el 1º de enero de 2015.

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El titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia de Buenos Aires (SICGBA), Silvio Etchehun, confirmó a El Destape que "en la última semana la carne vacuna aumentó un 20%, y los pollos sufrieron un aumento del 28% a consecuencia de la baja producción y en función a la conflictividad en la segunda productora del país. La semana pasada el cajón valía $ 270 y ahora está $ 340 cuando traspasan el precio a la góndola. Eso es por la especulación comercial".

La industria avícola creció en base a subsidios directos e indirectos por $ 4.000 millones, créditos blandos del Programa de Financiamiento del Bicentenario y sin retenciones a las exportaciones. También un convenio con Venezuela, a cambio de petróleo, a través del Fidecomiso Néstor Kirchner, había sustentado el aumento de la producción, incluso con una cadena de producción exclusiva para ese destino. Pero ese escenario cambió, lo que dejó una importante sobreoferta, con la consecuente caída de precios.

"Sin embargo los precios de la carne y del pollo aumentaron sin control, beneficiando únicamente al sector comercial", señala un comunicado de prensa de SICGBA.

La producción avícola se hace verticalmente: el alimento para los pollitos es de la misma empresa, que luego los faena, comercializa y distribuye. No es como el caso de los lácteos, donde el productor lleva la leche a las empresas individualmente. Un problema en la empresa afecta a toda la cadena hasta llegar a los precios mayoristas.

"La industria ha venido con precios normales y satisfactorios en gran parte de 2014. Para el 2013 se exportaron 17.000 toneladas por mes a Venezuela, pero se renovó el contrato porque trataron de reactivar la producción local (de Venezuela), por eso estamos en tratativas", dijo a este medio el presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), Roberto Domenech.

Uno de los problemas que derivó en la sobreoferta en el mercado interno fue que "para Venezuela hay toda una cadena de producción montada, se armó a lo largo de 8 años de comercio, y desarmarla es un trabajo tan costoso como montarla, entonces gran parte de esa producción se volcó al mercado" argentino, contó el dirigente.

"No era fácil encontrar otros mercados, hay que ir bajando los precios y este es un producto muy elástico, si bajas el precio el consumo crece. Estaba entre $ 21 y $ 25 pesos el kilo, y hubo ofertas a $ 14,99", advirtió Domenech. Pero lo cierto es que esos valores sólo se podían ver esporádicamente en ofertas concretas de 24 horas, si es que no se liquidaban.

El presidente de la cámara aclaró que el precio de $ 12.50 tiene incluido el 21% de IVA más los impuestos, "y cuando tenés mucha oferta el precio te lo pone el que compra", aclaró. Pero no el consumidor, sino el mayorista. Por este motivo, reclamó "un valor de objetivo que se debe situar entre $26 y $29".

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Al ser el segundo mayor productor de la Argentina, la crisis de Cresta Roja perjudicó con la baja del precio a todo el sector. "Bajó por demás durante los últimos seis meses, e hizo que la demanda subiera de 42 a 46 kilos por habitante por año, pero lleva tanto tiempo bajo que la gente se acostumbró, y es una oportunidad de momento en la que hubo gente que ganó mucha plata", detalló Domenech.

"(Los comercios) hicieron una buena diferencia y se canalizaron las ventas , pero el mercado internacional comienza a recuperarse: Estados Unidos perdió animales y mercados por la gripe aviar, eso mejoro nuestra demanda internacional, pero es una oportunidad pese a que estamos un poco caros", aseguró el dirigente.

Con respecto al cierre de la empresa del Grupo Rasic, con la consecuencia de 5.000 despidos, Domenech relativizó la situación a decisiones de la propia empresa porque "venía con dificultades por otros problemas desde 2012, y cometieron errores sobre cómo iba a evolucionar el mercado. No pudo recuperar créditos, y ahí se pierde la eficiencia", dijo.

Por su parte, Etchehun aseguró que la pelea aún no termina: "Pasamos a un cuarto intermedio y esperamos una nueva propuesta de la empresa. También quiero desmentir que la empresa está en venta. Hay muchas avícolas que en esa situación financiera, están mal y me extraña que el presidente de la cámara (Domenech) no se haga cargo", declaró.