Laura Alonso defendió a Juan José Aranguren, imputado por incumplir con la ley de ética pública al beneficiar con varias de sus medidas a Shell, compañía de la que es accionista. Para la jefa de la Oficina Anticorrupción, el ministro de Energía puede encomendar las sobre la petrolera a su superior, Mauricio Macri, o algún otro funcionario.
Alonso opinó en Televisión Pública Noticias que "tener acciones en una empresa no significa necesariamente que haya conflicto de interés". El fiscal Carlos Stornelli discrepó al pedir la imputación, que fue aceptada por el juez federal Luis Rodríguez.
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"El trabajo de la Oficina Anticorrupción es prevenir. Por eso les pedimos a todos los funcionarios que no tomen ninguna decisión, que deleguen la firma. O sea, que la deleguen hacia arriba o hacia el costado", propuso la titular del organismo. Sin embargo, el jefe de Aranguren no es ni más ni menos que el jefe de Estado, quien no debería tomar todas las políticas que conciernen a Shell, sino más bien supervisarlas y coordinarlas.
Por otro lado, los pares del accionista petrolero son los encargados de otros ministerios, quienes suelen tener poco que ver con el día a día de Energía, por lo que resulta impracticable el planteo de Alonso.
La titular de la OA había aseverado hace una semana que el caso de Aranguren, que posee $ 16 millones en acciones de Shell Internacional, es "complicado".
Los diputados nacionales del Frente para la Victoria Martín Doñate y Rodolfo Tailhade denunciaron penalmente al ministro energético por incumplir con la ley de ética pública. Por la causa, a cargo del juez Rodríguez y el fiscal Stornelli, se realizaron allanamientos para recolectar información sobre el trato preferencial que le dio el dueño de Shell a la compañía.