Mariana D. rechazó la decisión de la Justicia otorgarle la prisión domiciliaria a su padre, el genocida Miguel Etchecolatz, junto a un grupo de hijos de represores y torturadores de la última dictadura cívico militar.
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El colectivo de Ex Hijxs e Hijxs de Genocidas, del cual forma parte Mariana D. repudió el accionar de la Justicia. Los integrantes aseguraron que se sienten "decepcionados por una justicia que empieza a borrar la idea de Lesa Humanidad otorgando supuestas garantías constitucionales (como si fueran 'gestos humanitarios') o condenas irrisorias, equiparando de esta manera a los genocidas con delincuentes comunes".
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"Esos genocidas, que son o que fueron nuestros padres, están volviendo a sus casas, a nuestros barrios, beneficiados por jueces sin escrúpulos, de esos que perdieron la conciencia y la memoria o que nunca la tuvieron", sostuvieron a través de un comunicado.
Y amplificaron su reclamo "a todos aquellos genocidas y cómplices civiles que desde el inicio de este gobierno se han visto sistemática y metódicamente beneficiados por diversas maniobras por parte del poder estatal".
El claro pedido de los ex familiares de represores fue contundente: "Cárcel común, perpetua y efectiva" para todos los condenados por violaciones a los Derechos Humanos durante la última dictadura cívico militar.
"El genocidio es un crimen aberrante contra el pueblo mismo, que se sigue perpetuando a través del silencio, la complicidad y la impunidad que hoy, con la prisión domiciliaria de quizás el más ejemplar de sus jefes, Miguel Etchecolatz", sentenciaron.