Redacción El Destape
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@dgannio
Dos vecinos de San Isidro fueron acusados de estafar a conocidos, familiares y amigos por unos u$s 8 millones por un negocio que nunca realizaron: pedían plata para comprar y vender celulares en Estados Unidos, pero las operaciones quedaron en la nada y el dinero no fue devuelto. La Justicia Federal tiene la causa en sus manos, calificada de estafa y lavado de dinero.
Hernán Mancini y Sebastián Gatti son los dos habitantes de zona norte acusados de armar y orquestar una mise in escene, una versión moderna del "cuento del tío". Es que aseguraban a los potenciales socios del negocio que con la compraventa de aparatos móviles en Estados Unidos les darían una rentabilidad mensual, que al principio cumplían al pie de la letra. De hecho, presentaban información bancaria ficticia, resúmenes de cuentas falsificados, planillas de cálculo, mails y hasta habían constituido varias sociedades en Miami, a donde giraban algunas de sus ganancias o sacaban dinero (también tendrían propiedades en esa ciudad, no declaradas). Al principio, devolvían el interés, por lo que convencían cada vez a más vecinos. No obstante, después de juntar varios millones de dólares, la plata desapareció.
Mancini y Gatti fueron denunciados por familiares (algunos de los cuales les acercaron a otros aportantes), vecinos y compañeros, la mayoría del tradicional Club Atlético San Isidro y San Isidro Club, del cual ambos también son miembros los acusados. Esto despertó un escándalo entre los habitantes de zona norte, donde todos conocen a algún estafado.
Fueron justamente esos conocidos los que les acercaron buena parte de sus ahorros, que nunca más vieron. Así, la asociación que habían creado los señalados abrió cuentas en otros países y están señalados por estafar más de u$s 8 millones a sus vecinos, aunque podría ser más. Por eso, 20 de las más de 50 víctimas acudieron a la Justicia, donde se les abrieron a los acusados dos causas: una por estafa y la otra por estafa y lavado de dinero
Los denunciantes encontraron varias sociedades de la dupla en el exterior por las cuales parte de los fondos de los inversores habrían ingresado al negocio y desde donde desviaron parte de los mismos a otras empresas que tendrían activos inmobiliarios en Miami. Una de las sociedades es Nexus Global Solutions, con sede en La Florida, propiedad de los presuntos estafadores desde donde en el último tiempo movían importantes sumas de dinero.
Según el abogado penalista, Emilio Cornejo Costas, que representa a las víctimas, se trata de una típica maniobra de estafa donde el factor confianza es imprescindible para lograr el éxito, ya que se requiere reducir las defensas de los inversores y evitar el control o la indagación acerca de ellos. Al principio se otorgan algunos pagos para fingir ganancias que son ficticias y de este modo lograr captar cada vez más inversores.
Lo curioso es que Mancini y Gatti frecuentan el mismo círculo de sus víctimas: el barrio privado, el jardín de infantes, donde hay padres estafados, el club, los mismos restaurantes. Por eso, ambos han sufrido escraches en varias ocasiones. Por ejemplo, la semana pasada tuvieron un importante episodio, que terminó con una denuncia en la comisaría de Tigre.