La familia de una chica desaparecida recibió amenazas y pistas falsas

02 de mayo, 2018 | 10.41

Nueve meses pasaron desde el último día que se vio con vida a Johana Ramallo, de 24 años. Ese 26 de julio, la chica desapareció luego de despedirse de una amiga en la esquina de la avenida 1 y 63, en La Plata, y a partir de ese momento su familia la busca con desesperación. Según aseguran, la secuestró una red de trata y, desde entonces, no dejan de recibir amenazas.

El jueves pasado, cuando se cumplió un nuevo mes sin Johana, sus familiares y amigos marcharon nuevamente a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires para exigir respuestas que nunca llegan. En cambio, la madre de la joven, Marta Ramallo, recibió “llamados telefónicos con información falsa, agresiones y amenazas”, de acuerdo a lo que publican en la página de Facebook “Buscamos a Johana Ramallo”.

“Estos hechos se suman a una secuela de ataques físicos y verbales, orientados a amedrentar e intentar acallar a una familia que lucha no sólo para recuperar a Johana, sino también para desarticular un negocio mafioso que comercia con los cuerpos de las mujeres a pocas cuadras de la gobernación de la provincia de Buenos Aires”, aseguró la familia, según publica el portal Info Cielo.

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Los allegados a la joven platense denuncian, además, que la Policía está involucrada. “En estos meses hemos hecho diferentes actividades y movilizaciones, pero sabemos bien que no es suficiente para encontrarla; su familia ha recibido amenazas, sufrido golpizas y un sistemático amedrentamiento por parte de la Policía y además existe un desamparo total de las Instituciones Estatales/Judiciales”, aseguraron desde la página donde publican las novedades de la causa.

En este sentido, plantearon que “la Policía garantiza el delito de trata de personas para la explotación sexual y el narcotráfico” y cuestionaron al juez de la causa, Ernesto Kreplak, y al sistema judicial por “la inacción, la desprolijidad y la lentitud en el tratamiento” por el que “muestra su carácter patriarcal y capitalista, donde una mujer en condiciones de vulnerabilidad social y material no es prioridad”.

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