El ministro de Energía, Juan José Aranguren, se refirió a los posibles cortes de luz que afectarán a los principales centros urbanos durante el verano y cometió un sincericidio al confesar que si no aumentan las tarifas, "no vamos a tener calidad de servicio" tanto de electricidad como de gas, aunque reconoció que "la gente no quiere pagar más".
En en una entrevista publicada en el diario La Nación, el ministro aseguró: "Si no recomponemos la tarifa no vamos a tener calidad del servicio. La gente no quiere pagar más por las tarifas. Hay gente que dice que la energía es un derecho humano y que por lo tanto no hay que pagar por ella, pero alguien lo paga. Lo que tenemos que hacer es tratar de sincerar la necesidad de que cuando hay un subsidio le llegue a aquel que realmente lo necesita".
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Según el funcionario, el objetivo de su gestión es "mejorar la calidad del servicio, invertir para poder tener mayor capacidad de generación y no estar importando energía eléctrica de países vecinos".
Además, Aranguren consideró que si el Gobierno anterior "hubiese respetado el marco regulatorio, la inversión habría estado y la calidad del servicio no se hubiese deteriorado".
A su criterio, con "el Gobierno de los últimos 12 años hubo un deterioro en la capacidad de generación. Hoy, la energía es eminentemente una actividad de riesgo, tanto la eléctrica, convencional y renovable, el gas, el petróleo crudo y los derivados. Son muy pocos los Estados que tienen injerencia".