Diana Saettone explicó en su testimonio ante el Tribunal Oral en lo Criminal 9 porteño que la noche de ese viernes, cuando llegó a la fiscalía, se encontró con María Elena "Jimena" Aduriz, la madre de Àngeles, y que ésta le dijo: "Mirá lo que le hicieron a Jorge. Quieren que se haga cargo de la muerte de 'Mumi' ".
Además, aclaró: "Me daba la mano y me pedía perdón" y agregó que la madre de Ángeles le decía que se quedara tranquila, que tanto ella como su marido Jorge Opatowski "habían hablado maravillas (ante la fiscal) de Jorge".
Por su parte, Saettone denunció en la tercera audiencia del debate oral por el crimen de Angeles que esa noche del viernes 14 de junio se sintió "presa" en la fiscalía de instrucción 35, a cargo de Paula Asaro, porque no la dejaban hablar por teléfono, la acompañaban para ir al baño y que tenía a una mujer policía a su lado que la cuidaba y le preguntaba sobre su marido.
Asimismo, dijo que alrededor de las cinco de la madrugada del sábado 15 de junio salió la fiscal Asaro de su despacho y le dijo que su esposo iba a quedar preso por el crimen y le aconsejó que se fuera a la casa de sus familiares en la zona norte del conurbano para evitar "agresiones", por parte de la familia de la adolescente asesinada.
En ese sentido, añadió que la tarde de ese viernes 14 fue llevada a declarar a la sede de Homicidios de la Policía Federal y que allí le hicieron preguntas sobre su marido, entre ellas, cuál era la relación que tenía con Ángeles y cómo sacaba la basura y comenzó su testimonial recordando lo sucedido el lunes 10 de junio del 2013, cuando desapareció Angeles Rawson, y dijo que ese día ella no se encontraba en su departamento del edificio de Ravignani 2360, de Palermo, porque estaba en la localidad bonaerense de General Pacheco, ya que sufría "problemas de salud", y aclaró que Mangeri "estaba pintando las aberturas" de la portería.
Por otra parte, la mujer contó los dos supuestos "aprietes" que sufrió su marido antes de quedar detenido, uno de ellos el jueves y el otro la tarde del viernes, mientras ella se encontraba declarando en la sede de Homicidios y afirmó que cuando regresó de declarar ante la policía se dirigió hacia la casa de su amigo Jorge Meniguelli, encargado del edificio de la calle Marcelo T.de Alvear, donde se encontraba Mangeri y que allí su marido le dijo: "me subieron a un patrullero y me hicieron todo esto. Quieren que me haga cargo de la muerte de Mumi" y le mostró las lesiones en su cuerpo.