La educación del rey, la ópera prima de Santiago Esteves, ya está disponible en Cine.ar y no es una película que pase desapercibida. La película propone adentrarnos en una clásica historia de redención y enseñanzas, sostenida por un guión impecable y revelaciones actorales. Una grata sorpresa que indaga en la marginalidad y las segundas oportunidades, contemporánea y profunda, en tono de thriller.
Reynaldo (Matías Encinas), alias “Rey”, es un adolescente que intenta escapar de un robo fallido. En la huida, cae en el patio de Carlos Vargas (Germán De Silva), un guardia de seguridad retirado, y rompe el vivero de la casa. Vargas lo encuentra y le propone una oferta tentadora: si Rey arregla los daños que provocó, él no lo entrega a la policía. Este es el punto de partida de una relación maestro-alumno y el gancho inicial de la película. Lo enternecedor del metraje se balancea con dosis de western y policial negro, que mantienen en vilo al espectador.
El acierto de Esteves tiene nombre y apellido: Germán De Silva, una cara inconfundible del cine y la televisión que, aún en papeles de reparto, se destaca. Acá encuentra un rol a la medida, que le permite irse hacia lugares interesantes para la vista: Vargas es un enigma, le tiene afecto a su discípulo pero tiene un lado oscuro, que desenvuelve de a poco, temerario. En este campo de juego se mueve con mucha gracia.
Los diálogos son sencillos y la cinta apela a llegar a un público amplio y generar un pequeño cambio de conciencia. La educación del rey es una historia idealista, una de policías y ladrones con marcas de relato social.
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La educación del rey
- Nuestra opinión: Muy buena.