La suspensión del fútbol a nivel mundial por el avance del coronavirus comienza a golpear la economía de los clubes y uno de los que ya siente los efectos es Boca, que podría verse complicado en el futuro.
De cara al segundo semestre de 2020, el campeón vigente de la Superliga había programado las ventas de algunos jugadores y pensaba comprar el pase de Junior Alonso además de sumar refuerzos de jerarquía, pero el congelamiento del deporte reconfigura el escenario y las cuentas del 'Xeneize' se complicaron.
Desde que asumió, el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, denunció la complicada situación económica que había dejado Daniel Angelici en la entidad y es por eso que el club se disponía a hacer caja con Lucas Olaza, Cristian Pavón y Agustín Almendra.
La opción de compra del lateral que juega cedido en Celta de Vigo era de 4 millones de euros, mientras que la de 'Kichán' era de 20 millones de dólares. Ambos jugadores habían convencido en sus nuevos clubes y a ellos se podría haber sumado la venta de Almendra al Inter Miami por unos 10 millones de dólares, pero todo quedó en el limbo.
Según TyC Sports, los ingresos iban a servir para realizar la compra definitiva de Junior Alonso, por 3,5 millones de euros, y para incorporar a un delantero de jerarquía y un futbolista de Selección, con la meta puesta en ganar la Copa Libertadores.
La incertidumbre global reinante, dejó al 'Xeneize' en una situación compleja, ya que no hay seguridad sobre las transacciones ni tampoco sobre cuándo se reanudará el fútbol.