A 20 años del suicidio de Mirko Saric, jugador de San Lorenzo, sus familiares revelaron detalles hasta el momento inéditos sobre sus últimas horas de vida. El deportista estaba inmerso en una gran depresión y, para su hermano, fue profundizada por una decisión futbolística que tomó Oscar Ruggeri, quien era entrenador del 'Ciclón' por aquel entonces.
Corría el año 2000 cuando, en la previa de un partido entre San Lorenzo y Cerro Porteño, el 'Cabezón' decidió dejarlo afuera de la lista de concentrados. "Eso, de alguna manera, fue la gota que llenó la copa. Yo lo esperaba con ansias para charlar y aconsejarle que se fuera a jugar a otro país y que rehiciera su vida. Pero no pude verlo. Estaba entrenando cuando me avisan que Mirko tuvo un accidente", manifestó su hermano Martín, quien en ese momento se encontraba en el país guaraní ya que desempeñaba su carrera como futbolista allí.
El origen de la depresión de Saric se dio cuando, según su madre, una mujer afirmó tener un hijo de él que finalmente no era: "Mirko estaba seguro de que ese chico era suyo, me decía que era chuequito como él. Estuvo al lado de la madre todo el embarazo, y cuando nació, le cambiaba los pañales, le compraba de todo".
"El ADN dio negativo. Un día me llama con voz de ultratumba y me dice: ‘Mamá, venite urgente para casa’. Cuando llego me muestra los resultados y me dice: ’¡Tenías razón mamá!'. Lloraba a más no poder. Te juro que en mi vida quise tener la razón. Ojalá hubiera sido de él porque si ese hijo hubiera sido suyo, no se hubiera matado", manifestó su madre, en diálogo con Infobae.