26 de marzo, 2020 | 19.05

La deuda externa se disparó 76% durante el gobierno de Mauricio Macri

Con el megaendeudamiento y el préstamo del FMI, Cambiemos aumentó el pasivo en moneda extranjera en U$S 120.000 millones en cuatro años.

La inédita fuga de capitales que promocionó Cambiemos se apoyó en un mega endeudamiento que demostró no ser sustentable en la crisis que desencadenó. En los cuatro años en que Mauricio Macri ocupó la Presidencia, aumentó el pasivo externo un 76% hasta los U$S 277.648 millones. Como consecuencia de esta irresponsable disparada, el actual ministro de Economía debe renegociar con los acreedores para reducir lo que el propio FMI admitió como un nivel "insustentable".

La deuda externa se incrementó desde los U$S 157.792 millones del cuarto trimestre de 2015 a los U$S 277.648 millones del de 2019. De acuerdo al informe de las cuentas internacionales del Indec, esto implicó un alza de U$S 119.856 millones.

En su primer año en funciones, Cambiemos llevó las obligaciones en moneda foránea a U$S 192.462 millones, principalmente por el pago con títulos públicos a los fondos buitre que no habían entrado en los canjes de 2005 y 2010, sino litigado contra el Estado argentino en los tribunales neoyorquinos, con fallos favorables.

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Para 2017 escaló 21% a U$S 232.952 millones. Luego trepó otro 19% a U$S 277.921 millones a 2018, año que comenzó con una corrida cambiaria por el cierre del grifo del mercado internacional ante la elevada exposición al riesgo argentino. Esto no derivó en una autocrítica y cambio de rumbo, sino que Macri fue aún más allá. Le pidió el mayor crédito en la historia del FMI, pero ni eso fue suficiente, dado que la profundización de la crisis lo obligó a ampliar el préstamo y adelantar los desembolsos.

Desde ese momento, las plazas financieras le cortaron el financiamiento a Cambiemos y el stock de deuda externa se redujo 0,1% a los U$S 277.648 millones que registró el organismo estatal para fines de 2019.

Debido a esto, las nuevas autoridades de la misión del Fondo en el país admitieron que "la deuda argentina no es sostenible. En consecuencia, se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados". Tras esto, el organismo consideró que los bonistas deberán recortar la deuda en hasta U$S 8.500 millones. “El alivio de la deuda necesario debería reducir las necesidades de financiamiento bruto de Argentina a un promedio de alrededor del 5 por ciento del PIB”, explicó el FMI la semana pasada.

En este marco, el Gobierno busca reestructurar los títulos públicos bajo legislación extranjera por U$S 68.843 millones en manos de privados y renegociar los U$S 44.000 millones enviados por el Fondo a Cambiemos.

 

Otra colocación de bonos exitosa

En el medio de la reestructuración de los bonos en dólares, el ministro de Economía, Martín Guzmán, colocó nuevos instrumentos de deuda en pesos. El ministro busca modificar también el perfil de vencimientos de los papeles en moneda local, de forma de tornarlo sustentable a través de renovaciones de los bonos. Desde el Palacio de Hacienda confiaron a El Destape que piensan abonar todos los nuevos activos, ya que consideran que están en mano de inversores que colaboraron en este esfuerzo que realiza el Gobierno nacional.

Hoy el Ejecutivo emitió dos letras del Tesoro por $ 13.960 millones en medio de la cuarentena obligatoria y de la baja de tasas internacionales al límite cero por la pandemia. Habían recibido 50 ofertas por la misma suma total.

La cartera suscribió, por un lado, $ 1.364 millones en letras del Tesoro a descuento, con vencimiento el 1 de julio. Por el otro, adjudicó $ 12.596 millones en Lebad, que pagan una tasa Badlar más 200 puntos básicos y vencen el 28 de agosto.