La Corte Suprema de los Estados Unidos finalmente le pidió la opinión del Departamento de Estado norteamericano para resolver su decisión por una demanda abierta por un fondo buitre contra la expropiación de YPF, que puede costarle al país 3.000 millones de dólares.
La intención oficial es que el demandante, el fondo Burford Capital, deba recurrir a los tribunales argentinos.
Pero sobre esa posibilidad no existe un buen precedente: la Argentina tuvo ya dos fallos negativos en los últimos años, uno en primera instancia de la jueza federal de Manhattan Loretta Preska y otro de segunda instancia de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
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Si la Corte Suprema de los Estados Unidos rechaza la argumentación argentina, el caso volverá a primera instancia.
El tribunal de Preska deberá abrir un juicio y esta posibilidad abriría además lo que se conoce en la justicia norteamericana como un "discovery process", que obligaría indagar cómo fue el camino financiero que recorrió la YPF privada desde la era Repsol hasta la llegada del Grupo Petersen, la expropiación y el "buitre" que inició la demanda.
El argumento de los demandantes es que la estatización de YPF violó las leyes de oferta pública en los Estados Unidos. La Argentina, en cambio, dice que fue una decisión soberana.
" La Corte de EEUU escuchará qué tiene que decir el gobierno de ese país al respecto. Y luego fallará sobre la jurisdicción del caso: si se traslada al país o si la mantiene en los tribunales de Nueva York", evaluaron desde Casa Rosada.
Concretamente, la decisión sobre la jurisdicción del caso se demorará entre dos o tres meses. Cabe destacar que la opinión de Casa Blanca, que no es vinculante.