La clase media porteña necesita 61 sueldos para comprar un 2 ambientes

El porteño de clase media necesita un promedio de 61 salarios para poder ser dueño de un departamento de 42 metros cuadrados en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que para alquilar un lugar similar debe dejar el 30% de sus ingresos mensuales.

Los valores del mercado inmobiliario convertidos con un tipo de cambio de $ 11 y cruzados con el salario promedio de los trabajadores estables de la Ciudad ($11.953,5), muestran Palermo es la zona que más esfuerzo requiere al necesitar 114 sueldos en promedio para obtener el techo propio. En tanto, los barrios más accesibles son los de la comuna 8 (Villa Soldati, Lugano), que solo requieren 34. El resto de las comunas oscilan entre los 47 sueldos (Flores y Parque Chacabuco) y los 93 (Recoleta).

Como indica un informe del CESO, Palermo también encabeza los costos de los alquileres, ya que un dos ambientes se lleva en promedio el 43,6% del salario, seguido por la comuna 1 (Retiro, San Telmo, Montserrat, Constitución), que necesita un 38,9%, y Recoleta (37,4%). La más accesible es la comuna 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda), que requiere el 27,1% del sueldo.

Estas cifras contrastan con los datos de los países de la OCDE, donde el promedio de gasto en vivienda es de 21% del salario, siendo el máximo del 27% en Grecia y el mínimo del 16% en Corea. Además, resalta el dato de que en la CABA unas 341 mil casas y departamentos (24% del total) se encuentran deshabitadas, cifra que está por encima del promedio nacional del 18%.

En el mundo hay casos en los que se intenta regular esta situación, como por ejemplo en Francia, en donde el Estado grava con un impuesto del 10 al 15% del valor de un alquiler a las viviendas vacías. En Inglaterra, los distritos pueden forzar el alquiler y/o venta de las propiedades vacías, y en varios municipios los permisos de edificación se encuentran condicionados a la construcción de viviendas con carácter social. En Cataluña (España), se autorizan medidas de orden fiscal hasta llegar a la expropiación temporal, para el alquiler a terceros de las viviendas vacías.