Por Flavia Fiorio
Redacción El Destape
@fmfiorio
El 10 de diciembre, Mauricio Macri cumplirá siete años como jefe de Gobierno porteño y su gestión quedará marcada, en los años venideros, como la de mayor endeudamiento de la Ciudad: triplicó la deuda capitalina, que alcanzó un máximo histórico y la ató a moneda extranjera (casi toda es dollar-linked).
Según datos oficiales, a principios de este año la deuda pública del gobierno de la Ciudad alcanzó los 1.794 millones de dólares, el triple de la que había en 2007, cuando totalizaba los 574 millones de dólares. Gustavo Vera, titular de la Alameda, agrega que, al 30 de septiembre de 2014 era de 2.100 millones de dólares. Los mismos fueron confirmados por la propia administración macrista.
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El endeudamiento se centró, según la Ciudad, para obras de infraestructura. Sin embargo, sobre el gasto total, en 2006 (cuando el PRO no era gobierno) la Inversión Real Directa (inversión en infraestructura) fue de 17,06% mientras que en 2008 (PRO) alcanzó su máximo de 18,76%, un 1,7% más.
Por tanto, si la deuda se triplicó pero el gasto real en infraestructura no evolucionó de igual forma ¿a dónde se destinó el endeudamiento? La poca transparencia de la gestión hace difícil comprobarlo, ya que desde el PRO piden deuda "para obras varias" y esto dificulta rastrear en qué, específicamente, se utiliza cada pasivo.
Al ser consultado por El Destape, Oscar Moscariello, legislador por el PRO y miembro de la comisión de Presupuesto y Hacienda, justificó a la administración y sostuvo que "la evolución del stock de deuda es poca y no cambió mucho con relación a la capacidad de pago: como ahora ésta es mayor, podemos comprometernos más".
Emitir bonos en sí mismo es un mecanismo válido pero, teniendo en cuenta que entrega soberanía y ata a la Ciudad a intereses, una administración sólo debería hacerlo a tasas muy bajas o si lo necesita con urgencia en una situación económica acuciante.
Pero ninguno de estos dos casos sucedió. El dinero no era barato: la deuda tomada por el gobierno ha llegado a estar a una tasa del 12,5% de interés. Tampoco la Ciudad –que cuenta con los recursos suficientes- se encontraba asfixiada y con absoluta necesidad de pedir un préstamo.
Según lo expuesto por el ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, en el último debate sobre el Presupuesto 2015, el endeudamiento fue para obras de infraestructura: "Siempre nos endeudamos para obras de esa índole. La buena noticia es que en los últimos dos años hemos trabajado mucho más con los organismos multilaterales que tienen tasas mucho más promocionales y plazos más largos. Este es el ejemplo fundamental que siempre damos. ¿Por qué la deuda para infraestructura? Porque nadie a nivel personal se compra una casa con el sueldo, siempre toma un crédito hipotecario. Todo lo que es infraestructura y que a su vez genere ingresos, seguramente lo utilizarán las generaciones futuras y se financia con endeudamiento."
Gustavo Vera asegura, sin embargo, que esto es falso y que queda claro con la ley 5014, sancionada en junio de 2014, porque con esa norma "se aprobó un endeudamiento cuya mitad era para canjear deuda en 2015 y la otra mitad quedaba para canjear deuda en 2017" , es decir, deuda para pagar deuda y no para infraestructura, lo que comúnmente se conoce como la bicicleta financiera.
"Macri se endeudó carísimo y cuando llegó el dinero no tenía un solo proyecto, una sola licitación pero no es que lo hace porque es tonto, es porque cuando hay endeudamiento los bancos cobran comisión y cuanto más alto es el endeudamiento, más comisión cobran", sostuvo por su parte el ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra.
¿Por qué querría Mauricio Macri que bancos ajenos a su gestión reciban mayor comisión? La respuesta obliga a revisar a los agentes colocadores de los títulos subsoberanos. En el caso del Tango serie 8 se contrató de forma directa y sin licitación a Credit Suisse y a la consultora KBR, que tiene como uno de sus máximos directivos locales a Edgardo Srodek, aportante de la campaña electoral que en el 2007 llevó a Mauricio Macri a su cargo actual.
Otro de los agentes colocadores fue el Banco de Servicios y Transacciones, cuyos accionistas principales fueron denunciados penalmente el año pasado por la Procuraduría de Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac), por presunta participación en el delito de lavado de dinero.
El Destape dialogó con Hernán Stella, vocero del ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, en busca de una respuesta sobre las irregularidades de la toma de deuda y éste aseguró que todo lo que hay que saber sobre el pasivo de la Ciudad "el ministro lo respondió en la Legislatura o lo hará en la Justicia si es necesario" y desafió: "Si los opositores no judicializan el tema por algo será".
El PRO cuenta, en rigor, con una denuncia penal del ex legislador Martín Hourest, "por administración fraudulenta, incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública" y con un pedido de que se investigue a los agentes colocadores de deuda.
Ante este escenario, Alejandro García, presidente de la Comisión de Presupuesto y miembro del PRO, creó dentro de dicha área la Subcomisión Especial de Seguimiento de la Deuda Pública, con el fin de analizar y verificar la emisión y colocación de títulos, bonos u obligaciones de largo y mediano plazo con una sola particularidad: la investigación comenzará desde la ley 5014 (que se sancionó en el año 2014) en adelante. Es decir, no se investigará qué pasó y en qué se utilizó la deuda de los siete años de gestión, sino sólo el del último.