En plena devaluación y crisis económica, se reunió la mesa del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil para definir el nuevo piso de los ingresos de los argentinos. El gobierno, de forma unilateral, estipuló un incremento del 35% en tres cuotas, lo que generó disconformidad en la CGT que anunció que no irá al paro porque en menos de cuatro meses habrá cambio de Gobierno.
La suba será en partes: 13% a partir de agosto, el 12% en septiembre y un 10% en octubre. "No llega a $17 mil" dijo Héctor Daer, uno de los titulares de la CGT, a la salida de la reunión. El gremialista sostuvo que el objetivo es "recomponer el salario básico que es el ingreso inicial de todos los argentinos" en base al valor de la canasta básica, que ronda los $32 mil para una familia tipo.
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"Ellos plantearon la imposibilidad de acceder a ésto", contó. Sin embargo, adelantó que "no va a haber medidas de fuerza" ante tan magro aumento. Consultado sobre el por qué de esa decisión, Daer explicó: "Estamos próximos a un cambio de gobierno, hay que cambiar este modelo económico porque la inestabilidad de estos días es un termómetro de la situación".
Finalmente, el gremialista recordó que el salario mínimo "fue modificado en un 25% el año pasado, cuando el dólar valía $20. Hoy tenemos una devaluación del 200% y creemos que tiene impacto concreto y real sobre los alimentos y consumos más sensibles de los sectores más vulnerables". Pese a que no hubo acuerdo y que no "conformó este valor", seguirán "insistiendo en que hay que reponer los salarios".