La economía argentina tendrá un crecimiento de 1,6 por ciento este año y el próximo, estimó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Así, el organismo de las Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile revisó a la suba su anterior proyección, de fines de julio pasado, cuando había dicho que la Argentina crecería 0,7 por ciento este año.
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A nivel general, la CEPAL dijo que "pese a que la tendencia regional es a la desaceleración, las economías de la región mostrarán dinámicas diferenciadas".
"Las proyecciones del crecimiento apuntan a que las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios, en especial, petróleo y minerales, y con creciente grado de integración comercial con China, registrarán la mayor desaceleración. Se espera que experimenten contracciones de -1,3% en 2015 y de -0,1% en 2016", añadió.
Sin embargo, Argentina quedará al margen de esa tendencia, con un crecimiento previsto de 1,6 por ciento tanto este año como el próximo.
En julio pasado, al informar que el crecimiento sería de 0,7 por ciento, ante una consulta de DyN, la secretaria del organismo, Alicia Bárcena, expresó que si bien esa tasa era de "relativo bajo crecimiento, algunos factores han mejorado, como el comportamiento del consumo privado".
Al considerar América Latina y el Caribe, la CEPAL revisó a la baja la proyección del crecimiento de la actividad económica para 2015, de 0,5% a -0,3%, y estima que para 2016 el crecimiento será cercano a 0,7%.
"Entre los principales factores detrás de la baja de crecimiento están la debilidad de la demanda interna, un entorno global caracterizado por el bajo crecimiento del mundo desarrollado, una importante desaceleración en las economías emergentes, en particular China, el fortalecimiento del dólar y una creciente volatilidad en los mercados financieros, y una importante caída de los precios de los bienes primarios", señaló.
Para enfrentar la desaceleración de la actividad económica, según el informe, "resulta imperativo revertir la caída de la tasa de inversión y la menor contribución de la formación bruta de capital al crecimiento ya que no sólo afecta el ciclo económico, sino también la capacidad y calidad del crecimiento de mediano y largo plazo".