El mercado financiero se derrumbó de manera generalizada por el malhumor que genera una nueva valuación en la contabilidad de activos para quitar presión al tipo de cambio, la preocupación por la histórica debilidad del real brasileño y las crecientes dudas sobre la economía global.
La normativa de la Comisión Nacional de Valores (CNV) anunció que los bonos domésticos dolarizados de los fondos comunes de inversión deben ser contabilizados al tipo de cambio oficial y no al que arroja la triangulación de negocios con el exterior. Esto produjo un desarme de carteras para evitar masivas pérdidas y los operadores temen que los pesos sobrantes busquen refugio en el siempre caliente circuito informal de cambio.
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El real brasileño sufrió una gran fluctuación en zona de su mínimo nivel histórico por un desfavorable escenario de incertidumbres políticas y económicas en la mayor economía latinoamericana.
El índice líder Merval cedió un 2,4% a 9.288,41 unidades, tras rebotar de una caída máxima intrahoraria del 9,05 por ciento. En cinco días consecutivos el indicador pierde un 16,2%. Las acciones de la petrolera estatal YPF encabezaron la baja diaria con un 8,9%.
Los bonos mostraron una caída promedio de 0,5%, frente a un riesgo país de la banca JP Morgan que subió 19 unidades a 599 puntos básicos. Las ventas se destacaron sobre los Bonar 2024 en dólares, los que perdían un 1,4%.