El asesinato de Fernando Báez Sosa, luego de que un grupo de jugadores de rugby lo atacara en manada, despertó opiniones contradictorias al interior de ese deporte. En las últimas horas, una fuerte autocrítica de un deportista se volvió viral en redes sociales.
Mientras la Unión Argentina de Rugby y el Club Náutico Arsenal Zárate (entidad en la que jugaban algunos de los agresores) fueron criticados por la liviandad de sus comunicados, el ex Puma Buenaventura 'Gurí' Mínguez publicó una emotiva carta en al que pide perdón en nombre del deporte. En la línea del ex jugador de la Selección nacional, un joven se expresó en Twitter y su autocrítica fue replicada por miles de usuarios.
Titulada "Sí, fuimos nosotros", Tomás Hodgers, jugador de Atlético del Rosario, reconoce que el mundo del deporte de la ovalada es "hermético", al tiempo que describe cómo se intenta separar al deporte de la sucesión de hechos protagonizados por rugbiers de los "valores" de esa actividad.
"Nos creemos el ejemplo y nos creemos moral y físicamente superiores al resto. Es por este narcisismo colectivo, por este convencimiento ficticio que tenemos de nosotros mismos que nadie, ni una sola persona en el ambiente rugby se animó a decir que fuimos nosotros", cuestiona. Y resalta: "Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby , los que formamos a once desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso".
En ese sentido, el joven que estudia Derecho destacó que si el rugby se hace cargo va "poder mirar a los ojos a todas esas víctimas y pedirles perdón sin vergüenza". "Como jugador de rugby le pido a todos los que formamos parte de este ecosistema que seamos los primeros que denunciamos y repudiamos estas cosas y no los principales encubridores de un amigo o conocido del club. Tengamos los mismos huevos que tenemos en una cancha para mirar a la cara a ese padre, destruido por la muerte de su hijo por once cobardes y hacernos cargo. Digámoslo, fuimos nosotros, e intentemos cambiar", concluye la misiva.
La carta completa:
Sí, fuimos nosotros
Nadie se animó a decir que fuimos nosotros. Nosotros, los que vivimos en el hermético mundo del rugby, nos convencemos de que no tenemos nada que ver con diez u once loquitos que le pegan en el piso a un pobre pibe hasta matarlo. Nos desentendemos. Eso viene de casa, decimos para sentirnos mejor. Nos indignamos porque creemos que nos estigmatizan, que nos ponen a todos en una misma bolsa e intentamos impetuosamente mostrarle a la sociedad que tan equivocada está con ese prejuicio. Argumentamos que nuestros valores son superlativos y que no existe deporte más digno y honorable que el nuestro. Decimos que es un deporte de bestias jugado por caballeros y se nos infla el pecho.
Nos llenamos la boca hablando de Nelson Mandela y del respeto al árbitro, del tercer tiempo y de la camaradería. De la buena fe dentro de una cancha y del respeto a la autoridad. Nos creemos el ejemplo y nos creemos moral y físicamente superiores al resto. Es por este narcisismo colectivo, por este convencimiento ficticio que tenemos de nosotros mismos que nadie, ni una sola persona en el ambiente rugby se animó a decir que fuimos nosotros. ´
Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby , los que formamos a once desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso. Lamentablemente también eran nuestros los acusados de violar entre cinco personas a una chica en La Plata, y los que golpearon salvajemente a un linyera en Olivos porque estaban aburridos. También eran colegas los que abusaron de una chica en Miramar, los que le desfiguraron la cara a un pibito en Quilmes por chocar un auto y los tucumanos que casi matan a un empleado de un boliche en Pinamar. Es jugador de rugby, también, el rosarino al que filmaron golpeando salvajemente a su novia y que hoy camina como si nada hubiese pasado. Digámoslo, fuimos nosotros.
Diciendo que fuimos nosotros vamos a poder mirar a los ojos a todas esas víctimas y pedirles perdón sin vergüenza. Vamos a poder decirles que somos responsables, pero que vamos a hacer todo lo posible para cambiar todo lo mal que se está haciendo. Como jugador de rugby le pido a todos los que formamos parte de este ecosistema que seamos los primeros que denunciamos y repudiamos estas cosas y no los principales encubridores de un amigo o conocido del club. Tengamos los mismos huevos que tenemos en una cancha para mirar a la cara a ese padre, destruido por la muerte de su hijo por once cobardes y hacernos cargo. Digámoslo, fuimos nosotros, e intentemos cambiar.
Tomás Hodgers